El presidente argentino Eduardo Duhalde anunció la necesidad de reformar la Constitución Nacional con el fin de fundar una nueva república, en momentos en que el país padece una de las más agudas crisis institucional y económica en varias décadas.
"He decidido aceptar esta responsabilidad para iniciar un nuevo ciclo que debe estar signado por instituciones absolutamente renovadas. Para eso es imprescindible una reforma constitucional que funde una nueva república", dijo el mandatario al hablar al país en cadena nacional.
Las palabras del mandatario sirvieron de introducción para la presentación de una reforma política que permita una reducción de los gastos originados por esa actividad.
"La política ha dejado de ser un servicio... En estos momentos tan graves que vivimos tenemos que cambiar. Para que haya un principio de reconciliación, los políticos debemos demostrar claros gestos de renunciamiento", afirmó Duhalde.
De esta manera, el gobierno intenta calmar el ánimo de los argentinos que, cansados de ajustes, en los dos últimos meses salieron a las calles en los denominados "cacerolazos" y precipitaron la renuncia de dos presidentes.
Los argentinos acusan a los políticos de cargar los ajustes económicos para bajar el déficit el gasto del Estado sobre sus bolsillos, mientras el dinero de las arcas públicas se esfuma producto de la corrupción y la ineficiencia de la clase dirigente.
El mandatario indicó que con la enmienda se podrá determinar si se quiere continuar con el actual régimen presidencial o elegir un régimen del tipo parlamentario y definir si los cargos legislativos se renovarán en su totalidad cada cuatro años o se continuará con la renovación actual cada dos años.
La modificación de la ley suprema también deberá establecer la nueva cantidad de legisladores --tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado-- y delinear una reforma del Poder Judicial. |