El militar en activo venezolano Pedro Soto, que pidió públicamente la renuncia al cargo del presidente Hugo Chávez, agota oculto sus últimas horas antes de entregarse mañana a las autoridades castrenses, mientras una aparente total calma reina en el país .
"El (Soto) se va a entregar el lunes" en la Comandancia General de la Fuerza Aérea Venezolana (FAV), en Caracas, declaró a EFE el militar retirado Silvino Bustillos, quien no reveló el paradero de su defendido.
Soto encabezó dos supuestamente espontáneas concentraciones de opositores al Gobierno de Chávez en la Plaza de Altamira, en el este de Caracas, la primera multitudinaria y la segunda bastante modesta.
El comandante general de la FAV, general Régulo Anselmi, declaró ayer que Soto tenía 72 horas para presentarse en su despacho, o de lo contrario, y según los reglamentos vigentes, podría ser considerado como desertor.
Pese a que Soto aseguró que un 75 por ciento de los militares venezolanos desaprobarían el Gobierno de Chávez, hasta ahora sólo le ha dado apoyo público un oficial en activo, el capitán de la Guardia Nacional (GN) Pedro Flores. |