Exhuman en Guatemala fosa común de la época de la guerra civil
Agencias
Internacionales
Antropólogos guatemaltecos concluyeron esta semana la primera exhumación de cadáveres de una fosa común de la época de la guerra civil, en un programa financiado en parte por Estados Unidos que busca ayudar a sanar las heridas del conflicto y fortalecer la democracia. Bajo un acuerdo suscrito en enero, la Oficina para el Desarrollo Internacional (USAID), una dependencia del gobierno estadounidense, otorgó 472.000 dólares a antropólogos locales para ayudar a financiar los trabajos de excavación de algunas de las cientos de fosas comunes ubicadas en cementerios clandestinos en toda Guatemala. "Se trata de algo más que de exhumaciones. Se trata de unir a las comunidades para ayudarlas a enfrentar el pasado", dijo a Reuters el director de USAID Guatemala, George Carner. El gobierno holandés donó también 472.000 dólares al mismo programa, mientras que el de Guatemala prometió aportar 7.000. Los fondos permiten a la Fundación para la Antropología Forense, una organización no gubernamental guatemalteca, aumentar el personal de su equipo de exhumación de 14 a 43 personas. El dinero está siendo usado para comprar computadoras, equipos de rayos-X y pagar a los expertos en salud mental que brindan asistencia a los sobrevivientes para identificar a las víctimas, dijo el presidente de la fundación, Fredy Peccerelli. Peccerelli explicó que los fondos permitirán aumentar el número de exhumaciones de 12 a 50 anuales. Carner expresó, por su parte, que los fondos donados por la USAID podrían ser extendidos por dos años más si el Congreso de Estados Unidos aprueba su entrega. La primera exhumación financiada con dinero estadounidense se llevó a cabo a principios de esta semana en Xolcuay, un poblado situado en la región maya de Ixil, en el noroeste de Guatemala. Ixil fue una de las zonas más afectadas por la guerra que durante 36 años asoló al país centroamericano y dejó 200.000 muertos, en su mayoría civiles. Según el testimonio de sobrevivientes, en la mañana del 28 de febrero de 1982, una patrulla del ejército que buscaba a guerrilleros entró al poblado y ejecutó a 99 habitantes, entre ellos varias mujeres y niños, después de torturarlos. Los antropólogos hallaron los restos de 35 cadáveres en la fosa común, situada cerca del poblado. La guerra concluyó en 1996 con un acuerdo de paz firmado entre el gobierno guatemalteco y la guerrilla izquierdista.
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