Se han convertido en la pesadilla del torneo. Sus poderos batazos, gran cuerpo monticular y su mejorada defensa han hecho que sean uno de los más dominantes del campeonato.
En esta ocasión no hablamos de los Yanquis de Nueva York, sino de la novena de Chiriquí, que se convirtió el martes en el primer equipo clasificado a la serie de cuatro del Campeonato Nacional de Béisbol Juvenil.
"Claro que estamos muy contentos por haber logrado esta clasificación, pero no podemos bajar la guardia y vamos a mantener el ritmo en cada partido", dijo Alberto Macré, entrenador de la tropa chiricana, que también fue el primero en avanzar a la ronda de seis.
Macré, a pesar de guiar a Chiriquí como la novena del torneo, espera seguir logrando cada uno de los objetivos plasmados.
"Desde el inicio del torneo teníamos claro cuáles eran nuestras metas. Ya logramos avanzar a la ronda de seis y ahora a la de cuatro, pero tenemos que jugar fuerte para seguir avanzando", añadió.
En esta ronda de seis, la mejoría en la defensa fue clara al cometer solo 13 errores en nueve partidos, a diferencia de la regular, en la que habían pecado en 25 durante la misma cantidad de partidos.
"Sabemos lo que viene, no será nada fácil, como se ven las cosas podrían clasificar Metro, Herrera y Los Santos, así no podemos bajar la guardia ni confiarnos", añadió.
En el poderío ofensivo del "Valle de la Luna" destacan: Rodrigo Vigil al batear para .481, con ocho empujadas y 10 anotadas; Rodrigo Araúz con promedio de .417, nueve producidas y 12 anotadas; y Luis Jordan, quien conecta para .333 y cuatro remolcadas.