El deseo de obtener un certificado de operación y darle mejores días a sus familias ha hecho que, durante 12 días, 80 palancas de taxis de Chiriquí hayan convertido un rincón de la calle frente a la Asamblea Nacional, en su casa temporal.
Junto a los transportistas se encuentran varios miembros de sus familias, entre ellos niños y mujeres que decidieron unirse a la huelga.
Los chiricanos venían preparados. Trajeron colchones inflables, tiendas de campaña, provisiones de agua y comida.
Para estos palancas y sus familias el día se inicia antes de las 6: 00 de la mañana cuando todos se despiertan y se turnan para bañarse y hacer sus necesidades fisiológicas en un baño de la Asamblea Nacional, que los de seguridad de ese órgano les facilitan desde el momento de su llegada a Panamá.
Una vez sale el sol, la dirigencia transportista da las directrices a cada uno de los que allí se encuentran, para organizarse y recoger el dinero que les donan sus colegas transportistas y quienes pasan por el lugar, que es utilizado para comprar los alimentos que cocinan en fogones de leñas improvisados en el sitio donde se encuentran.
Al caer la noche las tiendas de campaña acogen a los niños. Mientras tanto, los adultos se turnan para bañarse antes de acostarse a eso de las 11:00 de la noche, cuando acomodan las colchonetas, cartones y colchones inflables para dormir.