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"Tengo que ser mejor que mi padre", Duarte Jr.
Amett Pérez K.
Crítica en Línea
El aprendiz colombiano Jorge Duarte Jr. confía, en que llegará lejos en la difícil profesión de conducir purasangres de carrera, y dijo que tiene como reto superar a su padre, el famoso y veterano látigo del mismo nombre. "Tengo que ser mejor que mi padre, ese es el reto que me he trazado", señaló Jorguito Duarte, el cual está anuente a escuchar consejos y aprender de los que desean ayudarlo. Jorge Duarte Jr. de 15 años, y oriundo de Bogotá, Colombia, relató que su debut como jinete se dio el 14 de agosto del año pasado en el hipódromo Los Comuneros, y montó los meses siguientes hasta noviembre, lapso en el que ganó cinco carreras. Luego vino a Panamá con su padre, a finales del mismo mes para estrenarse en nuestro medio. A principios de diciembre, sobre los lomos del caballo estadounidense "Sr. Jesús", el que tuvo que parar, después que partiera con el tapacara, ya que era una carrera nocturna. También montó en esa fecha al nativo "El Cómplice", que falló aparatosamente. Después de esa experiencia tuvo que esperar varias semanas para volver al sillín, mientras le daban su licencia como jinete en Panamá, ya que anteriormente pudo montar aquí por medio de una invitación que se le hizo. El colombiano no se amilanó a pesar de que en diciembre en once montas no logró ganar, ya que seguía recibiendo el apoyo del entrenador Roberto Arango, quien lo ha ayudado bastante, reconoció el novel aprendiz. En el mes de enero del año 2000, ganó 11 carreras y en 41 ejemplares conducidos y ya se colocó tercero en la estadística de jinetes, detrás de Jesús Barría y Cecilio Peñalba, quienes cuentan con 23 y 12 victorias, respectivamente. El carismático manos de seda confesó que la suspensión que tuvo que cumplir recientemente le ayudó a mejorar, especialmente en cuanto a controlar sus cabalgaduras, la cual se reflejó en las últimas cartillas hípicas.
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El carismático manos de seda confesó que la suspensión que tuvo que cumplir recientemente le ayudó a mejorar, especialmente en cuanto a controlar sus cabalgaduras, la cual se reflejó en las últimas cartillas hípicas.
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