Moncho llantero vence los embates de la vida
Melquiades Vásquez A
Veraguas / EPASA
La lucha por la supervivencia y por mantener el sustento propio y el de su familia, obligó a Inés Muñoz Quintero (mejor conocido como Moncho el llantero) a trabajar duro en un taller improvisado en la entrada de la ciudad de Santiago. Moncho dijo que desde niño, aprendió a defenderse de los embates que la vida le depara y a ganarse la misma de manera honrada trabajando como llantero por más de 40 largos años, la profesión que aprendió sólo. Informó además que en la actualidad realiza trabajos de soldadura mecánica sin asistir a ninguna escuela, sin embargo, su oficio predilecto es la reparación de neumáticos en un taller improvisado que tiene ubicado en la vía Interamericana, entrada de esta ciudad cerca de la Calle Décima, puesto que a la fecha sus recursos económicos no le han permitido comprar un terreno y construir un local propio con toda las comodidades y condiciones que se exigen hoy día. Explicó que muchas veces se siente triste porque algunas personas se burlan del estado en que él presta el servicio a los clientes puesto que todavía utiliza herramientas anticuadas para hacer su trabajo. Confirmó que realizando esta actividad, obtiene una ganancia de B/.8.00 a B/.10.00 diario que le ha permitido sobrevivir con su familia, a la que proporciona el sustento diario y vestido. Aunque vive entre hierro viejo dijo ser muy feliz, ya que sus amigos y clientes lo visitan todos los días y comparte con ellos el tiempo libre. Reveló que conoce que el improvisado taller le da mal aspecto a la ciudad, pero está tranquilo porque no perjudica a nadie, se gana el sustento sin afectar a los vecinos y por el contrario, en las noches vigila que no se cometan delitos en perjuicio de ellos. En tanto otros competidores duermen en las noches, él se dedica a trabajar para quienes a cualquier hora requieran de sus servicios, ya que a veces a los taxis se les revientan los neumáticos y entonces no hay quien se los cambie. Aseguró que lleva más de 20 años en ese puesto y tiene mucha competencia en el negocio, lo que ha mermado su economía; sin embargo, dijo tener otras alternativas y es que ahora también realiza trabajos de soldaduras y lo hace muy bien como cualquier profesional. Hace el esfuerzo por conocer la mecánica, reparando los automóviles de sus amigos cuando se dañan, quienes también aportan algo después que ya funcionan, dijo que se actualiza con los últimos avances de esta ciencia. Criticó a los jóvenes de ambos sexos que buscan la forma fácil de vivir, cuando quedan muchas cosas que hacer en la vida y poder seguir adelante sin perjudicar a la sociedad, aduciendo que otros pierden el tiempo en tonterías, menos a estudiar como pago al sacrificio que hacen sus padres. Inés Muñoz Quintero, explicó que proviene de una familia humilde que no pudo darle la educación apropiada; sin embargo, dijo sentirse orgulloso de ser lo que hoy día es: "un llantero honrado y trabajador" que con el sudor de su frente le ha hecho frente a la vida de manera responsable. Advirtió que ha tenido muchos problemas, pero con inteligencia ha sabido resolverlos, por eso todo el mundo lo prefiere; de ello deduce que el mejor llantero, es el conocido "Moncho El Llantero" de Santiago.
|