TRAS TRAGICA MUERTE DE SU MADRE Hermanos luchan por sobrevivir
Tras la trágica muerte de su madre Eyra Hernández, Feliciana se tuvo que hacer cargo de su hermanos huérfanos.

Zabdy Barría
Crítica en Línea
Feliciana Ortiz Hernández, es una joven de 16 años, que desde hace más de tres meses se ha encargado de cuidar de sus hermanos, Orlando de 12, Andrea de 10 y Ariel de 7 años, quienes residen en el sector de Juan de Dios, en el corregimiento de Natá. Todos recuerdan con mucha tristeza la noche del viernes 29 de septiembre de 2000, cuando su padre Félix Ortiz, un hombre de 43 años, cegara la vida de su esposa, luego de propinarle cuatro heridas punzocortantes en su cuerpo. Este fue un hecho de sangre que dejó consternada a la población natariega y aún lamentan ya que Eyra Hernández, la hoy occisa era conocida como una mujer trabajadora que se preocupaba por llevar el sustento a su hogar. Con su madre muerta y su padre tras las rejas, Feliciana, con el padre del hijo que lleva en su vientre, se ha hecho cargo de los niños. Sin embargo, señaló que le atormenta pensar que por ser menor de edad la custodia de sus hermanos tiene que pasar a manos de sus abuelos maternos, los cuales residen en la comunidad de El Barnizal, de Calobre, en la provincia de Veraguas. "No quiero separar de ellos, ya que van a estar muy lejos de mí, a parte de que se que van a pasar muchos problemas al irse para allá" expresó. Indicó, que a pesar de que Andrea cursará este año el tercer grado, su hermano de 12 años, se ha quedado en seis ocasiones en segundo y su otro hermano, de 7 años, se quedó en primer grado, por lo que considera que si se van para este sector la situación empeorará. SITUACION DE LOS MENORES Cuenta Delicia que desde la muerte de su madre, se mudó para la pequeña casita que ocupaba su familia para hacerles compañía a sus hermanos. Esta casa con paredes y techo de hojas de zinc se encuentra ubicada en los predios de un vecino, ya que conociendo las condiciones en que se encuentran le ha dado la oportunidad de continuar ocupando el lugar sin pagarle un centavo. Pero enfatizó que se siente incómoda con esta situación porque sabe que esto no les pertenece. José Prudencio Sevillano, padre del niño que espera Feliciana, es quien la ha acompañado a sobrellevar el problema, ya que con lo poco que queda pueda ganar realizando algún trabajo, es que se alimentan. Este joven hace dos años terminó sus estudios en el Instituto de Artes Mecánicas en Divisa, de Perito en Automecánica y dice que a pesar de haberse graduado en estos momentos se encuentra desempleado. Manifestó que hace unos días atrás se acercó a buscar empleo en una empresa privada de la localidad, pero la persona que lo atendió, según él le dijo "que si quería trabajar allí que regresara en el año 2,010 para ver que podía conseguir". Estos tipos de respuestas desaniman, pero aún así hubo otra persona que me dijo que llevara la solicitud de trabajo, y que si en tal grado, hiciera falta algún empleado podría haber la posibilidad que ocupara su puesto, esto en lo que pudiera hacer". Hizo énfasis que si pudiera tener trabajo estable él pudiera ayudar a su mujer en la situación en que se encuentra. Mientras tanto, realiza algunos trabajos en el sector de Ocú, con un primo en una finca y que aunque no es mucho lo que gana, por lo menos es algo para cubrir una parte de los gastos de alimentación. Feliciana expresó que hasta la fecha han recibido todo el apoyo del despacho del Alcalde del distrito, del Representante del corregimiento cabecera y de parte de la Corregidora del lugar, ya que les han apoyado con la obtención de alimentos. Sin embargo, considera que si José consiguiera un trabajo, la situación cambiaría un poco. Por otro lado, Orlando, Andrea y Ariel lo único que piden es quedarse con su hermana, para ayudarla en todo lo que ellos puedan, ya que si fueron separados de su mamá, no quieren que vuelva a ocurrido con la persona que por más tiempo se ocupa de ellos. Cabe señalar, que los hermanos Ortiz-Hernández tienen dos hermanos más, uno de 22 años (el mayor), quien reside en Natá y una hermana de 19 años, que vive en la ciudad capital con su esposo y su hijo, y quien a pesar de la distancia viaja hacia el interior a atender a sus familiares de acuerdo a Feliciana.
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