CREO SER UN BUEN
CIUDADANO
Sin embargo, se ha perdido la cortesía
La escena se repite constantemente, especialmente en los buses: señoras de avanzada edad paradas, agarradas de la barra que está pegada al techo del vehículo, mientras hombres gigantones van muy sentaditos. Nadie se inmuta, y la señora pasando páramos. Este es sólo un ejemplo de las barbaridades que se ven a diario en las calles de Panamá. Otro caso es el de los hombres que le han perdido el respeto a las mujeres. Los piropos son una especie en extinción, suplantada por palabrotas soeces, por insinuaciones horribles y proposiciones directas y avergonzantes. No hay cortesía ni caballerosidad. También las mujeres se han vuelto vulgares, desconocen la sutilidad que debe adornar a una dama, y se expresan en las calles con modales animalescos y brutales. En estas condiciones ¿cómo puede avanzar un país pequeño como el nuestro? Se requiere que los ciudadanos aprendan las normas de cortesía, para empezar a caminar hacia mejores metas.
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