Los extranjeros y panameños que visitan zonas cercanas a la frontera con Colombia, deben atender las recomendaciones de las autoridades de la Fuerza Pública, en torno al peligro de circular por esas áreas sin la adecuada protección.
Por décadas, la selva darienita ha sido una especie de santuario de los grupos insurgentes colombianos, que penetran a territorio panameño para descansar algunos y otros para cometer fechorías.
Un médico naturista y su hijo, ambos españoles, fueron secuestrados hace una semana por irregulares colombianos. Ahora su familia deberá prepararse para un largo proceso de negociación para su liberación.
El médico radicaba desde 1999 en Panamá. Era un amante de la cultura indígena y desarrollaba un complejo para brindar servicios de medicina alternativa en Jaqué.
Desde hace meses, el presidente Alvaro Uribe prometió establecer una adecuada vigilancia en el lado colombiano para evitar la violación del territorio panameño por parte de guerrilleros y paramilitares colombianos, pero hasta ahora todo ha sido infructuoso.
Es una realidad, Panamá no tiene los recursos ni el componente necesario para custodiar adecuadamente la amplia frontera con Colombia y deberemos prepararnos para que se registren nuevas incursiones de irregulares extranjeros.
Ojalá que José Vicente y Sergio Colastra sean liberados pronto y que puedan regresar sanos y salvos al seno de su familia. El grupo que lo mantiene en su poder, debe respetar sus vidas y brindarle un trato adecuado, de acuerdo a las circunstancias en que se encuentran.