CONSULTORIO MEDICO
Un escaner
para el corazón

H.R. Hiller
Estimado
Dr. Hiller: Mi padre murió de un infarto a los 48 años,
y a mi hermano hace poco lo tuvieron que operar para practicarle
un bypass. Soy una mujer de 50 años bastante activa y
sana, pero cada día me preocupa más que me pueda
pasar lo mismo que a mi padre y a mi hermano. He visto anunciar
unos escáneres para el corazón que
sirven para comprobar la salud del corazón. ¿Qué
son los escáneres del corazón y cuánto cuestan?
CK Milbrae. California
Estimado lector: El escáner del corazón
es una forma de analizar las arterias coronarias (los vasos sanguíneos
que alimentan al corazón) utilizando ondas electrónicas
inocuas. El proceso se conoce como tomografía electrónica
por computadora (TEC). Es un método rápido e indoloro
para detectar la arteriosclerosis (rigidez de las arterias).
Esta técnica cuesta entre 300 y 500 dólares, y
las compañías de seguros a veces cubren su importe.
Aunque muchas de las personas a las que el seguro no les cubre
ese gasto optan por pagarlo aunque sea de su bolsillo.
En lo que comúnmente llamamos infarto,
una parte del músculo del corazón muere cuando
el flujo sanguíneo que irriga la zona se corta. Cada año
1.600.000 estadounidenses sufren un infarto, y medio millón
mueren por esa causa. La arteriosclerosis es la causa de la mayor
parte de los infartos que se producen.
La arteriosclerosis coronaria, también llamada enfermedad
de la arteria coronaria, EAC, es la enfermedad que más
muertes produce. Se caracteriza por la aparición de bloques
de cera (placas) en el interior de las arterias coronarias. Estas
placas entorpecen el envío de sangre enriquecida con oxígeno
al corazón. El ataque al corazón puede ocurrir
cuando la sangre que fluye a través de una vena se detiene
a causa de un coágulo sanguíneo, lo que es muy
posible que ocurra en las venas donde haya muchas placas, o en
el caso de que una de estas placas se rompa y una de sus partes
quede libre en el flujo sanguíneo. Los factores de riesgo
que aumentan las probabilidades de contraer la EAC y sus derivaciones
clínicas son un historial familiar de infartos a una edad
temprana (en hermanos o padres antes de los 55 o en hermanas
y madres antes de los 65), padecer exceso de peso, ser hipertenso,
padecer diabetes o ser físicamente pasivo. El carácter
hereditario de la enfermedad, obviamente, no puede ser controlado,
pero si pueden controlarse otros factores de riesgo, lo que reduciría
las posibilidades de contraer una enfemedad coronaria mortal.
Cuando el corazón se ve privado de oxígeno,
puede que aparezcan dolores en el pecho o dificultades respiratorias,
esto puede suceder principalmente cuando se está realizando
alguna actividad que conlleve esfuerzo físico. Si bien
es cierto que el estrechamiento de las venas es un proceso que
dura años por lo que esos síntomas tardarán
en aparecer, incluso personas con serios problemas de estrechamiento
arterial no han tenido nunca esos síntomas. Cerca de la
mitad de las personas que han tenido un infarto no han sido conscientes
de haber padecido síntomas con anterioridad al ataque
al corazón.
Si los enfermos muestran signos evidentes de padecer la EAC,
los médicos deben realizar cuantas pruebas sean necesarias
para determinar si se han formado ya las placas en las arterias,
y de ser así, diagnosticar el grado de obstrucción
de la corriente sanguínea a través de éstas.
La radiografía de los vasos sanguíneos, o angiografía,
es la forma más precisa para evaluar la intensidad del
flujo sanguíneo a través de las arterias coronarias.
Durante un angiograma, un pequeño tubo, llamado catéter
se introduce en una vena de la pierna o de un hombro que conduzca
al corazón. Es estonces cuando se inyecta en el catéter
un líquido colorante, cuya progresión por las venas
hasta el corazón es vista por un monitor, permitiendo
de esta manera a los médicos comprobar dónde y
cuál es el grado de intensidad que presentan las deficiencias
de irrigación de la circulación de la sangre. Es
una prueba que lleva bastante tiempo, es incómoda y puede
llevar aparejado algún riesgo, por eso normalmente se
practica sólo en personas que han presentado un cuadro
claro de dificultades coronarias.
Otro método menos perjudicial es la llamada prueba
del estrés que sirve para determinar si las funciones
del corazón se ven afectadas o no por el ejercicio físico.
La prueba del estrés, hay varios tipos, puede que falle
a la hora de detectar la EAC cuando el tamaño de las placas
que obstruyen el flujo sanguíneo no es demasiado grande
(un bloqueo de la circulación del 50%). Desde que se conoce
el dato de que un 68% de las personas que han sufrido un infarto
tenían ese porcentaje de bloque en la circulación
sanguínea, se ha hecho más apremiante que nunca,
detectar la EAC en su estado inicial. Quizá los escáneres
del corazón son una oportunidad para proporcionar esa
información a tiempo.
El escáner del corazón, como otras clases de
tomografías electrónicas por computadora, produce
una serie de imágenes seccionadas en cruz. Sin embargo,
el escáner del corazón es mucho más rápido
que las demás tomografías. Toda la comprobación
dura menos de 10 minutos, de hecho para reunir la informaicón
que necesita el escáner basta con dos aspiraciones pulmonares.
No se necesitan ni inyecciones, ni insertar un catéter
ni practicar ningún ejercicio, y los riesgos implícitos
asociados a esos y a otros métodos más molestos
pueden evitarse.
El escáner del corazón funciona mediante la
detección del calcio que se halla comprimido en casi el
20% de las placas arterioscleróticas y que sin embargo
no está presente en las venas sanas. El calcio es muy
visible en la serie de imágenes que proporciona el escáner.
La cantidad total de calcio que el escáner detecta debe
ser sumada para hallar una cantidad total de calcio
la cual está estrechamente ligada sobre todo a la gravedad
de la EAC. El escáner no muestra en qué grado de
estrechamiento se encuentra el segmento arterial afectado o si
la placa está a punto de fragmentarse liberando varios
trozos en el flujo sanguíneo.
El escáner del corazón sirve básicamente
para detectar la presencia o no de la EAC, lo cual da mucha seguridad
y tranquilidad a las personas con riesgo de contraer la enfermedad.
Aunque no puede garantizar que no vaya a producirse un infarto
o una enfermedad coronaria en un futuro. Por ese motivo, hay
entre los especialistas un debate en torno a esta cuestión,
puesto que simplemente se trata de un diagnóstico a través
de los niveles de calcio, ¿no se estará dando una
falsa sensación de seguridad? El análisis de dichos
niveles, es todavía muy importante para controlar los
factores de riesgo, y para tomar medidas inmediatas sobre todo
si empiezan a sentirse algunos síntomas de EAC o de infarto.
Los síntomas que preceden a un ataque al corazón
pueden ser una combinación de los siguientes: fuertes
dolores en el pecho que se extienden hasta el brazo o el hombro;
dificultades respiratorias, transpiración excesiva y sin
explicación, náuseas, mareos, desmayos o fatiga
general.
Además de detectar una EAC a las personas sin síntomas
aparentes, el escáner del corazón ayuda a que el
enfermo responda al tratamiento. También puede ser utilizado
para descartar la EAC en personas que sufran fuertes dolores
de pecho y que crean padecer del corazón, y sirve como
guía de orientación médica a la hora de
seguir dietas y otros tratamientos. Hay algunos datos que sugieren
que, en combinación con otras pruebas, el escáner
del corazón es de gran eficacia en el tratamiento y curación
de personas que tengan que ser atendidas de un fuerte dolor en
el pecho en las urgencias de un hospital.
No hay un criterio unánimemente aceptado para la utilización
del escáner del corazón, pero el doctor de la Clínica
Mayo, John Rumberger, y sus colegas han propuesto una serie de
indicaciones, para el uso de la información proporcionada
por los niveles de calcio para el tratamiento directo de enfermos
en situación de riesgo de padecer la EAC aunque no tengan
síntomas evidentes de la enfermedad. Este equipo sugiere
una serie de diversos niveles de respuestas médicas, desde
tomar una serie de medidas preventivas para personas con nivel
0 de calcio (factor de riesgo muy bajo) hasta adoptar métodos
más agresivos, e incluso la práctica de otras pruebas,
para personas con niveles de calcio que excedan el 400 (alto
riesgo). Estos consejos fueron publicados en marzo de 1999 en
la revista especializada Mayo Clinic Proceedings.
El Colegio Americano de Cardiología y la Asociación
Americana del Corazón están trabajando juntos para
desarrollar con carácter preliminar una serie de orientaciones
de referencia para el uso de las tomografías electrónicas
por computadora para detectar la calcificación coronaria.
Se espera que las conclusiones definitivas puedan estar listas
para la primavera del año 2000.
Las dudas y la controversia desatada sobre el papel que desempeña
y el valor que tiene el escáner del corazón continúan.
Algunos expertos en la materia creen que la utilización
masiva de este aparato médico es todavía prematura
y que está siendo muy publicitado de cara al público.
Muchos centros médicos están animando a los pacientes
a que ellos mismos comprueben su salud cardíaca mediante
el escáner, otros están proporcionando la información
del calcio sin una explicación previa directamente al
paciente, aunque lo más recomendable es, por supuesto,
analizar los datos del escáner, si se está en un
grupo de riesgo de la EAC, con el médico.
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Las dudas y la
controversia desatada sobre el papel que desempeña y el
valor que tiene el escáner del corazón continúan.
Algunos expertos en la materia creen que la utilización
masiva de este aparato médico es todavía prematura
y que está siendo muy publicitado de cara al público.
Muchos centros médicos están animando a los pacientes
a que ellos mismos comprueben su salud cardíaca mediante
el escáner, otros están proporcionando la información
del calcio sin una explicación previa directamente al
paciente, aunque lo más recomendable es, por supuesto,
analizar los datos del escáner, si se está en un
grupo de riesgo de la EAC, con el médico.
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