Para nadie es un secreto que la exposición al sol causa serios estragos a nuestra salud, en especial a nuestra piel.
La exposición prolongada a los rayos UV puede causar quemaduras y aumentar el riesgo de que la piel sufra cáncer o envejecimiento prematuro. Sin embargo, no por ello van a dejar de ir a la playa y disfrutar de esos días de paseo; la solución está en tomar las precauciones necesarias.
Lo mejor es usar un protector solar con un amplio espectro, es decir, con FPS mínimo de 15.
Evita las grandes exposiciones al sol. Ingiere grandes cantidades de líquido (agua, infusiones frías, jugos, entre otros.
Aplícate bronceador entre 10 y 20 minutos antes de exponerte al sol y después de dos horas vuelve a aplicarte bronceador.
Luego de la exposición al sol, hidrata tu piel con abundante crema humectante.