El año pasado fueron las lluvias, ahora son los vientos, los que provocaron que el pasado miércoles en la noche los terrenos de la feria fueran cerrados parcialmente y los bailes populares fueran suspendidos, tras considerar que el mal tiempo representaba un peligro para todos.
La caída de unos cinco árboles y de infraestructuras conocidas como toldas, así como la afectación de un automóvil, fue el saldo de los estragos que provocó el mal tiempo en el sector.
Armando Palacios, director regional del SINAPROC en Chiriquí, explicó que la situación se inició a eso e las 8: 00 de la noche, cuando se empezó a sentir con mayor fuerza la brisa.