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Un presente en el recuerdo

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Licdo. Ismael Varela hijo

Hoy 18 de enero, queremos honrar la memoria de un genuino hombre nacido en las entrañas de nuestras montañas; con mucho recuerdo, le hacemos tributo a Ismael Varela Trejos, oriundo de Pesé, nacido el dos (2) de julio de 1897, hijo de Cristina Trejos y del industrial de nacionalidad española don José Varela Blanco; Ismael Varela jamás tuvo esa oportunidad de ir a una escuela, como otros la han tenido y que no han sabido aprovechar; sin embargo tenía una visión clara sobre el significado de la vida.

Este humilde campesino poseía grandes cualidades, por ejemplo, se le conoció como el primer azucarero, por ser el primer hombre en procesar azúcar en el país; como fue el hecho de que en el Ingenio Ofelina, propiedad de la familia Chiari, habían contratado los servicios profesionales de ingenieros provenientes de Cuba, Puerto Rico, Estados Unidos, Francia y República Dominicana, quienes no pudieron sacar un grano de azúcar, a pesar de que la empresa había invertido fuertes sumas de dinero; pero se percataron que en el pueblo de Pesé había una persona a quien el Todopoderoso otorgó una capacidad extraordinaria; pobre de riqueza pero humilde y sencillo, y que los podía sacar del atolladero; ese era Ismael Varela; luego de hablar con su padre, este hombre se trasladó a la empresa de los Chiari en Aguadulce. Ismael sólo llevaba un sombrero de media vida, una cutarras y una ropa de manta sucia (ropa chinga) es decir, iba como todo un hombre de campo.

Cuando Ismael llegó al ingenio, la gente se mofaban de él, expresando frases como: ¡nosotros, que venimos de una universidad no pudimos sacar azúcar, ahora este "cholo" que ni escribir sabe, lo va a hacer! Ismael, como era un hombre calmado y paciente, algo muy característico en su persona, procedió a fumarse un tabaco mientras se posesiona de las funciones que le habían encomendado, pero señores, al cabo de doce (12) horas dio con la templa del grano, dejando estos ingenieros asombrados.

Aquí no termina esto, Ismael Varela fue alzado en hombros por la familia Chiari, lo subieron a un automóvil y pasearon por todo el pueblo aguadulceño como héroe, acompañado de una alegre tuna.

Sin lugar a dudas y sin temor a equivocarnos, Ismael Varela representó para la familia Chiari un símbolo de riqueza; y que hoy por hoy debiera estar representado en una estatua, por ser el pionero de lo que es esta empresa; como no era egoísta, este señor enseñó a los hoy difuntos Dídimo Saavedra, Neponuceno Escartín y José López; de la misma forma adiestró a Santiago Saavedra, todos oriundos del pueblo de Pesé.

Este señor supo abrir una brecha y estampó una huella profunda por el cariño sincero que dejó entre sus amigos, a quienes sirvió a manos llenas, cosa que lo llenaba de satisfacción, sin soñar nunca que iba a ser recompensado, así por ejemplo regala un terreno para que se construyera un Centro de Salud, de igual forma dona el bautisterio de la iglesia de Pesé, es decir, en sus convicciones fue muy firme ya que jamás conoció la cobardía, en su vocablo era muy humilde, especialmente con el pobre, porque en él jamás existió el odio ni la venganza, solamente una sonrisa a flor de labios a la legión de amigos que lo querían.

¡Que el Señor Jesús esté contigo Ismael!

 

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