REFLEXIONES
"Problemas con el transporte público"

Carlos Christian Sánchez
La ciudad de Panamá tiene un serio problema de saturación vehicular. Más de medio millón de autos transitan por las avenidas de la urbe istmeña. Unos cinco mil de estos vehículos son autobuses; por otro lado, unos cuatro mil camiones de carga de todo tipo viajan constantemente por el Corredor Roosevelt, entre Panamá y Colón. No hay descanso alguno para las capas de asfalto y cemento en las vías públicas. Estamos por iniciar un nuevo período de prueba, en donde debemos solucionar la crisis en el transporte público. Nuestra ciudad capital ya es una metrópoli con más de un millón de personas en su entorno. Por eso, no cesamos en decir la urgencia de construir y planificar un adecuado sistema de transporte masivo de personas que conecte los barrios externos de la capital con el centro urbano. Desde 1999, la tesis de instalar un monorriel, un tranvía, un metro o un conjunto de trolebuses coordinados, se maneja en las esferas gubernamentales. Se suponía que el pasado 31 de diciembre del 2000, debería haberse entregado el estudio de factibilidad de la empresa consultora francesa BCEOM, que coopera con el Ministerio de Obras Públicas (MOP), en la búsqueda de solucionar el dilema del transporte urbano. Nada se ha dicho en los medios, menos en las autoridades del MOP. Por otra parte, los gremios transportistas se ponen nerviosos con el asunto de la tarifa unificada de los veinticinco centavos para cubrir la ciudad capital. En un proyecto de análisis que realiza el Ministerio de Gobierno y Justicia, al parecer se considera no otorgar el aumento del pasaje, hasta que se mejore el servicio de transporte colectivo. No entendemos las razones por la cual el gobierno actual ha dividido el problema del transporte colectivo en la capital istmeña, en dos puntos distintos (pasaje versus solución ultramoderna de transporte), cuando al final deberán negociar con las piqueras o empresas de autobuses, para coordinar el traslado de miles de personas por la capital. Ya hay cuestionamientos al estudio de BCEOM en donde se recomienda "sacar a todos los autobuses de la Vía España y la Transístmica", para colocar el monorriel, tranvía o trolebús. Esto claro, atenta contra los gremios transportistas: se tendrían que eliminar miles de autobuses de las avenidas, igual sus rutas desaparecerían. Igualmente, ha entrado recién una propuesta de la empresa de ferrocarriles Kansas City Railroad, que busca colocar una línea interurbana conectada a los rieles del tren transoceánico. De confirmarse esto, se demostraría el gran interés de las empresas privadas por participar en la solución del problema de transporte masivo en Panamá.
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