CREO SER UN BUEN
CIUDADANO
Sin embargo, no sé tratar a compañeros de trabajo
Hay personas que son verdaderas molestias en las oficinas, públicas y privadas. Todo es queja, bochinche, intriga, dimes y diretes. Con gran facilidad se convierten en el centro de los problemas, de discusiones y todo sobresalto en el lugar de trabajo. Se les ve con caras, sembrando dudas y propiciando la incomodidad de los otros trabajadores. Esa es la característica de estas personas que siempre son el motivo de los malos ambientes y pésimas relaciones entre unos y otros. A este tipo de gente hay que aislarla, mantenerlas a raya y evitar que sus malos comentarios e intrigas sean tomadas en serio. Si se les dan alas, se convierten en una mosca en la oreja, y nadie trabajará con gusto. Su ruido es tan intenso, que es mejor mantenerlas lejos de los grupos que intentan ser una familia, y compartir lo mejor que se pueda, ya que hay veces que se está más tiempo en el trabajo que en la propia casa.
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