Aun cuando existe un pozo subterráneo, con caudal de agua suficiente para abastecer a todo el sector Romel, en el corregimiento de Guadalupe en La Chorrera, Mirna Rodríguez debe cargar un cubo con ropa sucia hasta una mini represa en donde poder lavarla, aun cuando la misma está contaminada.
"Las mujeres debemos formar fila para lavar", dijo Mirna, acompañada de tres de sus hijos, uno de las cuales presenta una infección en la piel, presuntamente por la utilización de dicha agua.
En otro punto de este sector, existe una bomba de agua y un pozo de brocal, pero ambos fueron clausurados debido a que el agua tampoco era apta para el consumo humano.
Para cocinar y beber, están obligados a comprar agua embotellada, lo que implica un gasto más.
Según el presidente del Comité de Agua, Javier Pimentel, están perdiendo la esperanza y la paciencia, ya que solo falta un tanque de reserva para mantener funcionando permanentemente las turbinas del pozo subterráneo.
Recordó, además, que al ser una población no mayor de 45 familias dependen del Ministerio de Salud para el suministro de agua potable, por lo que no pueden acudir al Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN) para solicitar ayuda para la consecución del tanque.
COMITE: POZO
El Comité de Agua logró la perforación del pozo, además de la instalación de las tuberías hacia las casas. Con un tanque de 20 mil galones, fácilmente la comunidad se mantendría abastecida.