El funeral de Pedro Antonio Vásquez Cossio constituye uno de los más interesantes duelos del folclore nacional en las últimas décadas, a pesar de que tanto su vida como su obra, no han sido objeto del aprecio que se merecen los personajes auténticos como él, que diluyen sus vidas predicando con el trabajo honesto, la verdad y la humildad.
El muy bien presentado distrito de Calobre, recibió el miércoles 3 de enero de 2007 en su iglesia los restos mortales de su ex alcalde y ex personero Pedro Vásquez Cossio, quien a sus 83 años todavía hacía gravitar en sus faenas cotidianas al pueblo de Calobre, a las montañas de Chitra, al río Las Guías y con mucho orgullo a la única provincia bañada por dos mares, eso todos los días en su programa "Sangre Interiorana".
La bandera del pueblo a media asta no blandía, las hojas de los vetustos árboles tampoco, pero todo cambió en el pueblo al medio día, con la llegada del cortejo venido desde la capital. La casa en donde se crió fue refrescada con una fuerte y misteriosa brisa que descuadró los viejos pergaminos colgados en las paredes e hicieron levantar las hojarascas del patio, asimismo como la tensión de un panal de avispas estratégicamente colocado en la rama de un naranjo.
Luego en la Iglesia abarrotada de provincianos y familiares, se hicieron notar personalidades como Dorindo Cárdenas, Ulpiano Vergara, Ñato Monga, radio comentaristas y Corovito. Mientras que afuera en el altozano de la iglesia y hasta en el parque cubierto de árboles, renombrados poetas decimeros, compositores y artistas musitaban pasajes de la vida de don Pedro Vásquez Cossio.
Finalmente el féretro fue cargado hasta el cementerio del pueblo, en donde Dorindo Cárdenas, hizo brotar lágrimas a muchos presentes cuando cumplió la promesa que le hizo en vida al amigo, ejecutando con su acordeón lo que es ya un signo nacional de nuestra música típica: El Mogollón.