La estampida en la ciudad saudita de Mina, en el que cientos de personas perdieron la vida se debió, según las autoridades del reino árabe a la irresponsabilidad de los propios peregrinos.
El portavoz del ministerio del Interior, general Mansur Turki, explicó que muchos de ellos llevaban equipaje consigo, lo que estaba prohibido.
A causa de la gran aglomeración producida durante el ritual de "apedrear al demonio", muchas personas se tropezaron con las maletas.
Un total de 160 cadáveres de los 363 muertos en la estampida en Mina, cerca de La Meca, no han sido todavía identificados, aunque un gran número de muertos provenía del subcontinente indio (India y Pakistán).