Científicos de la NASA intensificarán los preparativos para recibir mañana una preciosa carga de polvo interestelar que podría ayudarles a desentrañar muchos misterios sobre el origen del Sistema Solar.
Esa carga estará contenida en un receptáculo, especialmente reforzado para protegerlo del impacto contra la superficie terrestre, y consiste en alrededor de mil partículas de cometas, así como granos interestelares con una masa que no será de más de un miligramo, dijeron fuentes de del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena (California).
La cápsula, de unos 50 kilos, se desprenderá de la sonda "Stardust" para tocar tierra tras una caída frenada por un paracaídas en el desierto de Utah, en el oeste de Estados Unidos.