Inspeccionan frontera de Costa Rica y Nicaragua

San José
ACAN-EFE
El presidente de Costa Rica, Miguel Angel Rodríguez, acompañado de su ministro de Seguridad y jefes policiales y de migración, recorrió ayer varios poblados de la zona fronteriza con Nicaragua, donde 2.412 personas fueron devueltas en las últimas dos semanas. El propósito del recorrido fue inspeccionar en el terreno la marcha de la operación "Arenal II" que lleva adelante el Ministerio de Seguridad Pública para "frenar la inmigración ilegal y velar por la seguridad ciudadana en la zona", declaró a ACAN-EFE, Melanie Bacheler, de la Oficina de Prensa de al Presidencia. Del 1 al 12 de enero, las autoridades costarricenses abordaron a 33.000 personas, devolvieron a Nicaragua a 935 "indocumentados" que quisieron ingresar ilegalmente y a otras 1.481 por los puestos fronterizos, detalló la funcionaria. Rodríguez dijo que su visita a la zona fronteriza tenía como propósito verificar "que se cumplan las leyes migratorias en Costa Rica" y que se respeten los derechos humanos de las personas que son regresadas a sus países. Durante el recorrido, Rodríguez pudo conversar con varios nicaragüenses que habían sido sorprendidos intentando ingresar ilegalmente a Costa Rica "y ellos le dijeron que habían sido tratados bien", afirmó Bacheler. El oficial de la Policía, Jorge Sibaja, miembro de la comitiva que acompaña a Rodríguez dijo a la prensa que el gobernante "quiso ver con sus propios ojos el trabajo de la policía" en la zona fronteriza. Agregó que las acciones policiales y de las autoridades migratorias procuran hacer frente a la "llegada masiva" de inmigrantes de la vecina Nicaragua. La devolución de nicaragüenses motivó que el Gobierno de Managua, expresara su preocupación por supuestos abusos de autoridades costarricense contra inmigrantes que han sido devueltos en puestos fronterizos cuando intentaron ingresar en forma ilegal. Rodríguez, junto con su ministro de Seguridad, Rogelio Ramos, recorrió pequeños poblados fronterizos, entre otros, Cutris, Zaíno, Quebrada Azul, Boca Arenal, La Fortuna, por donde se dan la mayoría de los ingresos de nicaragüenses. Las denuncias de supuestos maltratos fueron elevadas a la Defensoría de los Habitantes y al obispo Angel San Casimiro, de la Diócesis de San Carlos, municipio fronterizo. El canciller costarricense, Roberto Rojas, dijo el jueves que Costa Rica "no tiene ánimo de maltratar a Nicaragua, pero nuestras autoridades están obligadas a hacer cumplir las disposiciones legales existentes en materia de ingresos al país de extranjeros".
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