Ministerio de Salud pide a población no acudir a curanderos

San Salvador
ACAN-EFE
El ministerio salvadoreño de Salud pidió ayer a la población no acudir a curanderos para atender a los niños afectados por la epidemia de diarrea provocada por un rota-virus que, desde diciembre pasado, ha causado la muerte a siete infantes menores de cinco años y afectado a más de 7,000 personas. En un comunicado, el ministerio de Salud, a través del "Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom", informa de que en ese centro han muerto cuatro niños por "diarrea líquida aguda por rota-virus", debido a retraso en recibir atención médica adecuada. Una fuente del ministerio de Salud informó ayer de que desde finales de diciembre pasado se han registrado más de 7,000 casos, la mayoría en San Salvador, de los cuales han muerto siete, cuatro en el Hospital Bloom, dos en el camino hacia ese centro asistencial y otro en departamento norteño de Chalatenango. El Gobierno decretó el martes pasado la "alerta amarilla" en todo el país, que consiste en reforzar el personal en los centros de salud y hospitales, a los cuales se les ha suministrado medicamento adecuado para atacar la enfermedad. El comunicado oficial, publicado hoy en la prensa local, dice que en la mayoría de casos fatales "hubo un atraso en ser atendidos en centros de salud, provocado principalmente por la automedicación inapropiada y dañina, así como por la manipulación por empíricos o curanderos". Agrega que, en algunas ocasiones, los curanderos incluso "han utilizado maniobras violentas como colgar de los pies y chupar la mollera (succionar la parte superior de la cabeza), lo que ha ocasionado hemorragias cerebrales con desenlace fatal". Las autoridades piden a la población que atienda las medidas preventivas indicadas, tales como lavarse las manos antes de comer y después de defecar, no suspender la lactancia materna, hervir y conservar adecuadamente el agua para consumo humano y desinfectar los alimentos que se ingirieren crudos. Además, indica que deben cocinarse adecuadamente los alimentos, no dejar al descubierto trastos y utensilios de cocina, no acumular basura para evitar la proliferación de moscas, desinfectar las letrinas y no exponer a los niños a corrientes de aire. Aunque varios municipios de San Salvador y la capital han sido las más afectadas por la epidemia de diarrea, se han registrado numerosos casos en Santa Ana y Sonsonate, en la zona occidental del país. Guatemala y Honduras, con quienes limita El Salvador, han aplicado medidas preventivas en sus fronteras para impedir el ingreso del "rota-virus", tal como lo hicieron ante la epidemia de dengue que, entre julio y septiembre del año pasado cobró la vida a 32 niños y tres adultos salvadoreños. El Gobierno aún mantiene la emergencia nacional decretada en septiembre pasado por el dengue, que afectó a unas 3.000 personas.
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