La vida sexual del hombre, al igual que la de las mujeres, encierra una serie de interrogantes. Y es que existe una serie de cambios fisiológicos que ocurren con la edad. Pero estos no significan muerte sexual. Entre los cambios anatómicos y funcionales del hombre tenemos:
- Los espermatozoides disminuyen su capacidad de movimiento dentro del semen, que también disminuye en número y calidad, de forma paulatina a partir de los 40 años. Sin embargo, más del 50% de los varones de 70 años tiene una abundante espermatogénesis, suficiente para poder mantener una buena capacidad genésica.
- A los 70 años de edad, los testículos mantienen su tamaño normal, pero existen cambios degenerativos en los tubos seminíferos, aplanamiento del epitelio germinales e interrupción de las células germinales.
COMPORTAMIENTO SEXUAL
- Más tiempo para lograr la erección (El hombre joven necesita como promedio sólo de 15 a 30 segundos y el anciano puede demorar hasta 10 minutos).
- Demora más el tiempo en eyacular, lo cual prolongará más el coito.
- La erección del hombre de más de 50 años es menos firme debido a que los vasos sanguíneos no son tan elásticos como antes y los músculos son menos potentes, lo que disminuye la intensidad de erección.
- Disminución del eyaculado en cuanto a su volumen y la fuerza con que es expulsado debido a una menor potencia de los músculos eyaculadores.
- El periodo de pérdida de la erección después de la eyaculación, se produce con más rapidez, así como el tiempo necesario para logra la próxima erección (periodo refractario) se prolonga.
- La erección pudiera disminuir, perderse o recuperarse en una o múltiples ocasiones durante el acto sexual prolongado y en ocasiones, el pene no alcanza a llenarse hasta momentos antes de la eyaculación.
En el anciano y en el hombre maduro predomina la excitación producida por tocamientos y caricias sobre la zona erógenas del cuerpo y la estimulación directa de los genitales. El no lograr la erección satisfactoria o total hasta que la compañera le acaricia directamente los genitales, constituye una expresión de que, en esa etapa, predominan los reflejos medulares, y no una falta de potencia sexual.
Después de los 60 años se puede eyacular en uno o dos de cada tres coitos y esto no es causa de insatisfacción.