El matrimonio más querido por los panameños llega entre el sol y algunas ráfagas de lluvia en varios provincias. El béisbol inicia con buen pie, igual que el verano que ya comienza a pintar los escenarios y a refrescar con su brisa a todo el país.
Como es costumbre, la temporada de béisbol llega en plena época de verano, donde se supone no debe caer ni una gota de lluvia con el fin de que no entorpezca los partidos. Es una alianza estratégica excelente para jugar pelota de nivel y también una muy buena oportunidad para que los pueblos del interior se conecten al desarrollo económico nacional, promoviendo sus sitios turísticos más interesantes.
Los panameños están animados para salir a disfrutar en familia este deporte, el paisaje y las playas. Es muy notorio que las altas temperaturas ya comienzan a sentirse, lo cual obliga a todos a buscar agua.
La temporada veraniega, que inicia con el Campeonato Nacional de Béisbol Juvenil, debe dejar algo bueno en los panameños. Hay que aprender a disfrutar de las riquezas naturales que Dios nos regaló con buen testimonio, cuidando siempre las playas o sitios que visitemos. Tenemos que dar el ejemplo de pulcritud a todos evitando ensuciar los sitios naturales, sólo así promoveremos el turismo interno y externo.
Esperamos que todos podamos aprovechar al máximo el gran desempeño que los chicos realizan para obtener el campeonato. Recordemos que aquí es que nacen los verdaderos grandes ligas, por ello, el aplauso para su majestad, el béisbol, debe escucharse en cada rincón de los estadios donde se práctica el deporte.