QUERIDO(A) HERMANO(A):
Deseándoles un bendito Año Nuevo 2007, la Fundación Pro-Fe aprovecha y agradece la generosidad de este medio, para continuar evangelizando al Pueblo de Dios a través de estas Gotas de Vida Nueva. Felicidades!
Llegaron de Oriente... unos peregrinos poco normales: Reyes Magos. Y atravesaron Jerusalén. Les guiaba una estrella misteriosa, una luz exterior... Sin embargo, les guiaba aún más la fe, luz interior. Llegaron.... y, cayendo de rodillas, lo adoraron...
Debido a esta peregrinación hasta Belén, los Reyes Magos... se convirtieron en el comienzo y el símbolo de todos los que llegan a Jesús mediante la fe...
Se convirtieron en el inicio y el paradigma de cuantos, más allá de las fronteras del pueblo elegido de la Antigua Alianza, han accedido y siguen accediendo a Cristo mediante la fe...
La Epifanía es la fiesta de la vitalidad de la Iglesia... La Iglesia cobra identidad cuando los hombres -al igual que los pastores y los Reyes Magos- llegan a Cristo mediante la fe. Cuando vuelven a encontrar a Dios en Cristo-Hombre y por Cristo.
La Epifanía es, pues, la gran fiesta de la fe.
Participan en esta fiesta tanto los que ya han alcanzado la fe como los que están en camino de acceder a ella.
Participan agradeciendo este don de la fe, del mismo modo que los Reyes Magos, rezumando gratitud, se hincaron de hinojos ante el niño. En esta fiesta participa la Iglesia, que cada año se hace más consciente de lo vasto de su misión. ¡A cuántos hombres hay aún que anunciarles la fe!
Sin embargo, la Iglesia, consciente de este gran don, del don de la encarnación de Dios, no puede detenerse nunca, jamás puede cansarse. Continuamente ha de buscar el acceso a Belén para cada hombre y para cada época. La Epifanía es la fiesta del reto de Dios.