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Dr, Mi mujer ha estado varios días ingresada en un hospital. La causa fue un error médico en los medicamentos que le recetaron. Ya en el hospital, varios errores añadidos prolongaron su estancia. ¿Por qué se producen tantos errores médicos? ¿Cómo puedo superar las probabilidades en mi contra y buscar a un experto que me asesore?- S.R. Washington, D.C.
ESTIMADO LECTOR: La responsabilidad de buscar la mejor opción es suya. Mediante la prevención en casa, puede disminuir los errores, mejorar los resultados y elevar el nivel de la práctica médica en general. Más concretamente, usted puede buscar un especialista y por consiguiente adquirir la información necesaria para recibir el nivel más adecuado y satisfactorio de atención médica. Esto es necesario para enfermedades tan comunes como los resfriados, la gripe, las fracturas sin complicaciones, los embarazos normales o las molestias cutáneas. Pero si se trata de enfermedades que afecten a las expectativas de vida o requieren medicación de por vida para tratarlas, se necesita estudiar el caso más a fondo.
Los investigadores han demostrado que en aproximadamente un 25% de todos los actos médicos se producen errores. Entre los ejemplos se citan medicinas que se tomen muy a menudo o que no se tomen casi nunca, combinaciones innecesarias o erróneas o técnicas médicas mal ejecutadas. Esto normalmente conduce a gastos económicos innecesarios, la pérdida del trabajo para los enfermos, y una carga para sus familiares. Desde un punto de vista amplio, de los 1.2 billones de dólares que representa anualmente el gasto médico en los Estados Unidos, 250 mil millones de dólares se despilfarran o se gastan innecesariamente.
En las próximas semanas, este consultorio tratará sobre lo que podemos hacer para reducir nuestros gastos médicos para que quienes realmente lo necesiten puedan permitírselo.
La mayor parte de los médicos intentan proporcionar la mejor atención. Pero el sistema falla cuando se asume erróneamente el cuadro general del enfermo, que a menudo va acompañado con una deficiente comprensión de la enfermedad o el mal en cuestión. El resultado es una errónea o poco apropiada decisión médica.
La presión que ejerce el factor tiempo aumenta la posibilidad de una toma de decisión equivocada. La medicina ofrece a médicos y pacientes un marco temporal para actuar. Por lo general, en los casos más graves que suponen una amenaza para la vida, hay menos tiempo para evaluar los hechos antes de tomar cualquier medida. Las decisiones médicas a veces se toman mucho antes de que se dispongan todo los datos.
Como queda de manifiesto en la ilustración adjunta, se ha producido una cantidad asombrosa de información médica en todas las épocas. La cantidad de información médica disponible en la actualidad es el doble al menos de la que había hace cinco años. Un médico en ejercicio a principios del Siglo X utilizaba el Manual Merck para responder a las dudas. Hoy en día la mayor parte de los médicos no pueden ni siquiera comprobar la información que ha sido generada en el limitado campo de su especialidad.
Para agravar el problema del exceso de información, la mayoría de los médicos no tienen el lujo de limitar su trabajo a las áreas de su estricta competencia. Los médicos tienen que ver a muchos pacientes al día, por lo que se encuentran ante un gran espectro de enfermedades. Aunque tuvieran un gran conocimiento de ciertas especialidades, irremediablemente tendrían grandes carencias en otras.
El mejor indicador de que un médico está ejerciendo a un nivel óptimo es el número de pacientes que atiende con una enfermedad concreta. Las investigaciones realizadas concluyen en repetidas ocasiones que la cantidad de pacientes es de suma importancia. Sin entrar a analizar técnicas o filosofías de tratamiento, los experimentos de varios años llevados a cabo con médicos especializados en implantes de bypass, o circunvalación arterial, de arterias coronarias (CABG) revelaron que los médicos que practicaron más de 200 CABG al año obtuvieron los mejores resultados.
Existen varias formas de elegir bien y poder recibir el mejor tratamiento para su situación. Pero primero debemos aclarar que el tratamiento más adecuado, o el mejor, no siempre significa el más caro. Las pruebas innecesarias para obtener un diagnóstico o una medicación excesiva sitúan al enfermo en una situación de riesgo además de económicamente costosa. Un médico experimentado sabe cuáles son las pruebas y las técnicas fundamentales en cada caso.
CONSIGA INFORMACION DE LOS MEJORES ESPECIALISTAS
Los especialistas consagran toda su vida al muy limitado campo de su especialidad. Su capacidad de decisión es compleja. Algunas veces puede articular totalmente su proceso de toma de decisiones, y en otras se mueven en esa área gris del instinto o "presentimiento".
Hay varias maneras de encontrar el especialista más adecuado para una determinada enfermedad. También existen varios caminos que no conducen a encontrarlo.
No espere que su médico de atención primaria conozca a los mejores de cada especialidad. Aunque considere que su deber es consultar con su médico de atención primaria para evaluar sus necesidades y para encontrar a un especialista, proceder así dista de ser el método idóneo para buscar la mejor atención médica.
Otra distinción importante es la diferencia entre buscar un especialista y buscar un experto.
Sería extraño que una persona que no sea experta en la materia sepa cómo adaptar su situación a la enfermedad. Normalmente los riesgos no son altos y las recomendaciones de un médico suelen verse recompensados con una mejoría en el estado de salud. Pero cuando los riesgos empiezan a ser más altos, como por ejemplo de diabetes, una intervención quirúrgica inminente, enfermedades con riesgo de muerte o con medicaciones de por vida, entonces debe intentar conseguir la mejor atención posible. Esto no es ser "quisquilloso", es ser responsable.
Por norma general, no confíe en la información disponible en Internet más que en la información médica de los medios de comunicación. Cualquier persona puede llamarse a sí misma "experta", y decir que su técnica es la mejor, reivindicar resultados increíbles o asegurar que se tiene una gran experiencia. |
