¡Los tiempos han cambiado tanto! Esa es una frase que se repite a diario en todos los hogares. Los más viejos de la casa señalan que antes era mejor, que los muchachos no eran tan groseros y las muchachas eran verdaderas damas. Ya no hay serenata, cortesía, elegancia y pudor.
Otros indican que las cosas no han cambiado en absoluto, que seguimos siendo el mismo tipo de gente malcriada y violenta. La única diferencia es que ahora hay televisión, radio más expedita, internet y medios de todo tipo para enterarse de las malas situaciones que nos están ahogando como sociedad.
Antes también había maltratos a las mujeres, asesinatos viles, robos a ancianas y violaciones a menores. Pero no se sabía. Eso es lo que dicen aquellos que defienden de una manera u otra el actual estado de cosas.
Sea verdad, o no, que antes y ahora es la misma cantidad de hombres los que le pegan a las mujeres, la situación es triste y revela el mal estado espiritual en que sucumbe la sociedad.
El peor error es el silencio de muchas féminas que temen denunciar el estado de terror y maltrato en el que las mantienen. Si pronto se desembarazan del maltrato, pronto empezará la nueva vida. Que quienes están alrededor también guarden silencio son cómplices de esta situación, y son igualmente culpables de lo que ocurra. |