Las largas colas ante los bancos bonaerenses eran descomunales. La necesidad de retirar dinero para saldar deudas, hace olvidar lo tedioso de la espera. Así esta la Argentina: Esperando cuando se acaba la desesperanza y llega la bonanza.
Los buenos tiempos pasaron hace rato por la tierra gaucha. La Argentina rompía récord de producción agrícola e industrial en el pasado. Que grandes recuerdos cuando la carne argentina era la carta de presentación de esta nación, igual los vinos.
Ahora, se rompen los récords de desempleo: 15 millones de desocupados esperan al frente de la Casa Rosada, para ver si sale algún político que cumpla con ellos.
Deudas, para hablar hay mucho: son 133 mil millones de dólares los que debe Argentina en el exterior. ¿Cómo se pagará semejante compromiso? NI Mandraque con sus artes mágicas puede desaparecer esas cifras, aunque los gauchos confiaron el otro mago, pero de las finanzas, Domingo Cavallo.
En menos de dos fatídicas semanas, hemos visto cinco presidentes salir de la Casa Rosada. Hoy, Eduardo Duhalde enfrenta el reto de devaluar la moneda argentina frente al poderoso Dólar Americano.
Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional escondieron sus cabezas cual avestruces temerosas, pues si cae Argentina, de seguro, un dominó de consecuencias sociales sobrevendrá en la América Latina.
Algo increíble también sucedió. El peronista Duhalde pidió negociaciones comerciales directas y el acercamiento con el gigante verde-amarela: Brasil.
¿Y no que Estados Unidos y Europa eran los aliados económicos de Argentina?
Lección: El que fuera el símbolo para la exportación de malogrados modelos económicos de la globalización, ahora es el hazme reír de todos. |