REFLEXIONES
"Carta a los Reyes Magos, y a los políticos también"

Carlos Christian Sánchez C.
Relacionista Internacional
La Epifanía o adoración de los Santos Reyes Magos al Niño Dios, marca el fin de las festividades pascuales. Gran parte de la cristiandad conmemora el momento en que los monarcas de Oriente dan sus ofrendas de oro, incienso y mirra, al Mesías. Aprovecho la oportunidad de este importante día para hacer pública mi carta de expectativas sobre lo que deseamos en este milenio. Claro, preferiría darla a los Santos Reyes Magos, pero también es nuestro objetivo que los políticos y demás autoridades panameñas, sepan lo que la ciudadanía busca para la mejor convivencia popular. Primer deseo: Que los empresarios allegados a la Doña, sus asesores y ministros, no se repartan los bienes del Canal, con el fin de hacer grandes sus arcas millonarias. No queremos ver algún día, un anuncio en el Business Week que diga lo siguiente: "Se vende las esclusas de Gatún y una gran represa, a buen precio". ¡Quién sabe!. Segundo deseo: Que no suban el pasaje de transporte colectivo, ahora que algunos dirigentes dicen que pretenden "unificar" el costo del mismo a unos 0.25 centavos (que por cierto es una buena propuesta), mientras que otros dicen que debe llegar a los cuarenta centavos. En la campaña política, ya lo habíamos advertido a los dirigentes de las pirqueras de autobuses: El pueblo, los usuarios y la comunidad en general, no aceptará pagar más, hasta que exista un mejor servicio. El ejemplo de los autobuses refrigerados y su clientela fija, demuestra esa realidad. Tercer deseo: Que la Asamblea Legislativa haga mejores leyes, por iniciativa propia de los diputados, en el caso que el Gobierno Arnulfista no genere proyectos para el pueblo. Por desgracia, muchos legisladores, no todos por cierto, tampoco quieren resolver los problemas sociales de mi país, como el desempleo, la delincuencia, la salud pública o la vivienda. Prefieren ahorrar el dinero de sus partida circuitales, para la futura campaña electoral del año 2004. Cuarto deseo: Que las autoridades de justicia se porten a la altura, porque mientras se desgreñan, los delincuentes y los asalta bancos hacen su agosto en enero. Esto es la pura verdad: las cuestiones personales no deben desestabilizar la tranquilidad de la sociedad. Que los Magistrados de la Corte Suprema sepan dictaminar juicios sensatos y que los presos en las cárceles reciban mayores oportunidades para "regenerarse" y trabajar en la sociedad. Que existan mejores planes de entrenamiento profesional para los cerca de ocho mil presos que esperan su libertad. Quinto deseo: Que las empresas de energía eléctrica no sigan explotando a los consumidores de la luz, porque ya no podemos pagar más malos servicios, mientras los apagones se adueñan de la ciudad. Sexto deseo: Que se hagan muchos puentes peatonales, se construye el segundo puente del canal interoceánico, se concluya la Autopista Panamá-Colón desde Madden a Cativá, que se completen los corredores Norte y Sur, además de la remodelación de la carretera Panamericana hasta David. Confiamos en el ministro Moisés Castillo y en los inversionistas privados, para que concreten estos proyectos, porque muchos panameños sufren por las inclemencias del tráfico. Por favor, Niño Dios: que los dueños del Complejo Los Pueblos, de Vía Tocumen y Elektra Noreste, terminen el dichoso puente elevado peatonal, porque ya han muerto varios ciudadanos por cruzar la peligrosa avenida hacia el aeropuerto. Finalmente, el Séptimo deseo: Que la presidenta Mireya Moscoso, sus ministros y amigos políticos no se cierren en posturas altruistas, que el P.R.D., y los grupos sindicales de izquierda, al igual de los grupos populares tengan conciencia sobre lo que hacen en sus programas y manifestaciones, porque ahora el mundo nos mira. Que seamos responsables con el futuro de nuestro pueblo y que la educación de los hombres del mañana se recalque en el amor a la Patria, además de la tolerancia en paz. Así sea.
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