EDITORIAL
Protestas
Las protestas que se registraron ayer en la ciudad de Colón y Bugaba demuestran que los panameños ya se están cansando de las promesas incumplidas y los abusos en el aumento del pasaje del transporte público. Los colonenses se toman oficinas y amenazan con irrumpir violentamente al emporio comercial de la Zona Libre, por lo que los agentes de seguridad se ven precisados a efectuar disparos al aire; mientras que en Chiriquí cientos de usuarios bloquearon la vía Interamericana para rechazar un alza de 30 centésimos en el costo del pasaje del transporte público entre Bugaba y David. Estos son apenas muestras de la crisis que se cocina debido a la falta de empleos y por los proyectados aumentos en los servicios de transporte, electricidad y telefonía. La critica situación es tan evidente y esperamos que el gobierno se encuentre al tanto de esto, para que tome las medidas pertinentes. El tiempo de la Patria boba quedó atrás. Los pueblos requieren respuestas y sobre todo trabajo, pero los que no gozan de un ingreso, deben entender que el Estado ya no tiene la capacidad de empleador. Ante la imposibilidad de brindar empleo, el Estado debe fomentar las inversiones que contraten abundante mano de obra, y esto sólo se logra con reglas claras y respetando la seguridad jurídica. Sin duda alguna que el retiro de las bases del Comando Sur y el descenso en las actividades de la Zona Libre, debido a la crisis que enfrentan tradicionales compradores de América del Sur, están afectando la economía del país, pero allí debe estar el ingenio de los funcionarios del gobierno en atraer nuevas inversiones. Todo gobernante debe comprender que la popularidad tiene sus límites y se estrella ante las realidades. Si el pueblo no recibe respuestas y además se le aumentan los precios, tendrá poco aprecio hacia la administración de turno, a la que culpara de lo bueno y lo malo que ocurra en el país. Conforme avance el año y no se resuelva el proyectado aumento del pasaje en el área metropolitana y de las tarifas en los servicios públicos, las reacciones de los sectores populares será mayor, por lo que el gobierno debe atender con prioridad esos problemas y no dejar que éstos le estallen en la cara. Ya los Ministros cuentan con un presupuesto de cinco billones de balboas, que aunque casi una cuarta parte se dedica al pago de la deuda, es una cifra considerable para un país pequeño como Panamá. Ahora todos deben dedicarse al trabajo sin más dilación, porque el pueblo espera respuestas y no excusas.
PUNTO CRITICO |
 |
|