|
Quienes han seguido muy de cerca la crisis de Puerto Armuelles por posible cierre de operaciones de la compañía frutera internacional, concluyen que se ha terminado el tiempo entre la empresa y los trabajadores de las conversaciones.
Por lo tanto, ha llegado el momento que el gobierno debe asumir el control sobre el futuro de esta región que no puede quedar sin alternativas de producción, ya sea del banano o cultivos no tradicionales de exportación.
Es importante que en ese componente gubernamental debe participar el MIDA con sus técnicos y organizadores de productores como GANTRAP (Grupo de Exportadores de Cultivos No Tradicionales) y la Unión de Productores Nacionales (UNFA).
Ya es tiempo que dejemos la diatriba dialéctica y las luchas ideológicas para buscar soluciones en una región, que tiene tierras de primera clase y otros elementos indispensables que muy pocas regiones lo tienen.
El gobierno, encabezado por el Ministro de Trabajo y un grupo técnico, deben ser ahora los que lleven la iniciativa de lo que hay que hacer en Barú, porque el Estado es el soberano y el responsable del bienestar social.
Somos conscientes que esta evolución llegó a un punto de su nivel más bajo, ante la indiferencia de gobiernos anteriores pero eso no implica las responsabilidades del sector gubernamental en estos momentos. La región bananera tiene todos los elementos para ser un lugar de prosperidad, con la empresa o sin la empresa. Pero se necesita de una definición, en especial del ejecutivo. |
