REFLEXIONES
"Los Reyes Magos: Festividad perdida en Panamá"

Carlos Christian Sánchez
La temporada de fiestas de fin de año, iniciadas con la Semana de Adviento en el cristianismo, seguido por la Natividad del Señor, el Año Nuevo, termina con la llegada de los Reyes Magos y la entrega de sus obsequios al Niño Dios. En muchos países de América y Europa, la festividad recibe mucha atención, puesto que el verdadero ejemplo de la premiación a la bondad de los chiquillos con regalos, se debe al gesto dado por los sabios venidos del Oriente que ofrecieron oro, incienso y mirra al Mesías recién nacido. Hace dos mil años, los sabios de Caldea, Persia y Asia Central, descubrieron un extraño fenómeno astronómico conocido como la "Estrella de Belén". Se cree que los astrólogos de esa época eran conocedores de los eventos en las Bóvedas Celeste. Tan especial fue la aparición de ese astro, que hubo la necesidad de hacer un largo viaje para buscar a un niño que había nacido en Israel (o Palestina). El mismo era el Hijo del Creador Divino: El Mesías. Se supone que fue un cometa de larga cola, o que era el estallido de una estrella supernova. Pero ha tomado vigencia la teoría de la conjunción de los planetas Júpiter y Saturno en Piscis, el 14 de septiembre del Año Siete antes de nuestra Era. Esa noche de verano, los dos planetas estaban tan juntos que "parecían una sola estrella luminosa". Recuérdese que el calendario gregoriano, sugerido por Dionisio el Exiguo, está atrasado ocho años y no cuenta el año "cero". En Panamá, la festividad del Día de Reyes se fue perdiendo con el tiempo. Sólo la fecha indica la quema de los famosos arbolitos navideños, las grandes fogatas en las noches de verano y una usual reunión de jóvenes disfrutando las noches estrelladas de la temporada estival. ¿Qué pasó? Recuerdo que antes, los gobiernos y las autoridades nacionales sí festejaban esa fecha. Igual que en la Navidad y el Año Nuevo, los funcionarios del Estado daban regalos a los niños. Incluso, la antigua Guardia Nacional hacía un despliegue de motorizados y malabaristas en el Estadio Revolución, ahora Rommel Fernández, a los jóvenes. Uno de los pocos gestos de buena voluntad que hizo la dictadura militar. ¿Será por eso que las autoridades actuales temen conmemorar el Día de los Reyes Magos? ¿Por una mera acción social de la policía de antaño? Creo imposible eso, pero hay gente con rencores profundos y eso es una realidad innegable. Lo importante es rescatar esta festividad, puesto que es uno de los hechos más representativos de la conversión de los "No Creyentes" hacia la fe cristiana. El Mensaje de Jesucristo, su primera venida, el sacrificio en la Crucifixión y la Resurrección, son los elementos que permiten sostener el interés divino por salvar del pecado a todos los hombres, aunque éstos no crean en Dios.
|
|
|