Libres y Soberanos

Jean Marcel Chéry y Rodulfo Barrios Villar
Crítica en Línea
Panamá vivió ayer una explosión de nacionalismo al lograr al mediodía su soberanía total. Poco antes la presidenta Mireya Moscoso izó la bandera panameña en el edificio de la administración de la vía acuática y tras el canto del himno nacional, cientos de panameños se tomaron las colinas de la instalación que hasta hace poco era una agencia federal de Estados Unidos. La reacción del pueblo fue casi motivada por la presidenta, quien pronunció un discurso sin ningún tipo de protección a la pertinaz lluvia que cayó como un bautizo de Dios. Mireya Moscoso prometió que no habrán más cercas ni letreros que impidan la entrada a este territorio que ha vuelto a ser nuestro y que al grito de soberanía total de tantas generaciones hoy es una realidad, porque el Canal es nuestro". Mireya Moscoso reconoció el aporte generacional en la lucha por la recuperación de la soberanía e incluso mencionó con nombre propio el aporte de su adversario histórico, el desaparecido Omar Torrijos y resaltó el trato injusto de EU hacia los panameños, pero expresó sus deseos de iniciar una nueva relación en base al respeto mutuo y la cooperación amistosa. Al culminar el acto protocolar, panameños de todas las clases portando banderitas derribaron un improvisado vallado que impedía el acceso al edificio canalero para subir la colina donde se había izado el pabellón por primera vez, sin la compañía de la de Estados Unidos. La gente lloraba, gritaba de alegría, era un estallido de emociones. El embajador Simón Ferro y Moscoso firmaron el canje de notas del Canal. "Entrego a usted y a Panamá los instrumentos históricos que efectúan la transferencia total y absoluta al pueblo panameño del Canal , hemos cumplido; y Panamá, el canal es de los panameños. Enhorabuena", dijo Ferro. En el acto estuvo presente el secretario del Ejército norteamericano y expresidente de la Comisión del Canal, Louis Caldera, quien en un mea culpa, reconoció que el Tratado Hay-Bunau Varilla, era inconsistente con los principios que pregonaba a inicios de siglo EU y más bien era más propia de la época colonial. El funcionario reconoció que Panamá "está más que lista" para manejar el Canal. La gran fiesta incluyó 21 cañonazos que resonaron en toda el país, gracias a las pantallas gigantes de televisión instaladas en las capitales de provincia. Los carros que circulaban por la ciudad y los barcos que transitaban el Canal sonaron sus bocinas para saludar a la nación libre y soberana. Ni el mal tiempo, ni las diferencias políticas pudieron opacar un acto ansiosamente esperado por los panameños. Cientos de globos con los colores azul, rojo y blanco fueron lanzados al aire justo cuando un gigantesco reloj digital marcó el mediodía, la hora que puso final al control norteamericano sobre la estratégica vía marítima. Más temprano, institutores de todas las generaciones marcharon hasta la sede del Colegio Superior de Balboa para izar la bandera que el 9 de enero de 1964, no pudieron ver ondear y que desencadenó de la gesta nacionalista donde murieron 21 panameños, acribillados por las balas de los soldados norteamericanos. ``Pin pon fuera, que se vaya la gringuera (aludiendo a los estadounidenses)'', gritaban al llegar los manifestantes". En el revertido colegio de Balboa también hubo momentos de emoción cuando los 5 estudiantes, hoy ya entrados en años, cumplieron una postergada misión: izar la bandera panameña en esa instalación. A pesar de la diversidad de sectores políticos y sociales que se congregaron en los actos de ayer, no se registraron mayores incidentes, salvo que un grupo de sindicalistas y dirigentes de organizaciones estudiantiles que escenificaron un fuerte forcejeo con policías al tratar de llegar al edificio de la Administración del Canal. Entre empujones y golpes, las organizaciones lograron apostarse a 300 metros de las escalinatas del conocido edificio, mientras coreaban consignas en contra del actual gobierno y las tropas norteamericanas salientes. Los manifestantes agredieron al expresidente, Ernesto Pérez Balladares y su esposa Dora Boyd de Pérez Balladares, a quienes lanzaron vasos con hielo y agua Mientras, el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó ayer admitir a trámite un recurso que intentaba bloquear la transferencia del Canal a Panamá a manos panameñas, que fue presentado por la organización conservadora Judicial Watch,. Tras las reiteradas negativas durante esta semana de varios tribunales de rango inferior, esta organización llevó el asunto al Supremo, donde la magistrada Sandra Day O'Connor rechazó admitir a trámite la petición y confirmó las negativas de los tribunales a dar la orden de bloqueo.
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