EDITORIAL
Al trabajo sin más dilación
Estamos en los umbrales del tercer milenio de la era cristiana frente al desafío de hacer más eficiente la vía interoceánica y mostrar al mundo que Panamá es una nación progresista. El reto de ostentar la soberanía total en todo nuestro territorio representa el compromiso que adquirimos todos los panameños de que el Canal siga funcionando sin ningún contratiempo, lo que hace mantener la incertidumbre sobre si nuestro país podrá llenar las expectativas con la vía acuática. Atrás queda la noche de oprobios y de discriminación racial que practicaron nuestros vecinos con un modelo semejante al apartheid, lo que ejecutaron con el odioso gold roll y silver roll. La desigualdad de salarios, la policía y jueces extranjeros y un Gobernador impuesto hicieron de Panamá un país con el tutelaje norteamericano y con el estigma colonialista. Cerremos este capítulo y tenemos que mirar hacia a delante para no quedarnos atrás. Parodiando la gesta de Gandhi con la consigna "Esta Noche La Libertad", al mediodía de ayer se dio la liberación de todo nuestro territorio. Ahora tenemos que ser mejores ciudadanos y manejar los asuntos canaleros con pulcritud y respeto. Una nueva era se inicia hoy con el rescate de nuestro principal recurso, soberano por todos los siglos. Una aurora de redención se vislumbra en la alborada del siglo XXI, lo que cristaliza los anhelos de varias generaciones que dieron su sangre por la reivindicación soberana de nuestro pueblo. Alcanzamos por fin la victoria. Ahora, al trabajo sin más dilación.
PUNTO CRITICO |
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