Personal y pacientes de la Policlínica Santiago Barraza de La Chorrera, se acordonaron alrededor de un busito que recibieron en noviembre, luego de que les anunciaran que lo van a trasladar para Arraiján.
El subdirector de la policlínica Santiago Barraza, Alvaro Pérez, explicó que el busito 707 fue recibido para cubrir el programa de atención doméstica, en el cual se atiende a 269 pacientes, entre ellos de hemodiálisis y trabajo social.
Sin embargo, hace dos semanas recibieron una contra orden en la que les notificaban que el busito iba a ser trasladado a la Policlínica de Arraiján, y alegan que allí el número de pacientes domicialiarios es el doble de los que existen en La Chorrera.
Esta medida provocó que los médicos encargados del Sistema de Atención Domiciliaria Integral (SADI) renunciarán a esta función, por considerar que es una injusticia que el vehículo fuera trasladado a otra área.
Pérez considera que existe sustentación lógica para mantener el vehículo, ya que esta es la única clínica periférica que brinda el tratamiento de hemodiálisis.