Ahora en este mes todo es hablar de bellezas de la Patria, del sentimiento nacionalista, de lo hermoso que es Panamá.
Sin embargo, la realidad no siempre es color de rosa como puede verse en los desfiles y música de las bandas.
En cierto sentido, estamos acabando a Panamá, aunque algunos no lo quieran aceptar.
Nunca antes en su ciento cinco años de vida independiente, Panamá ha sufrido una escalada de violencia. Un país chiquito, pacífico, de la noche a la mañana se ha convertido en un �infierno!
Tanto panameños como extranjeros maleantes han escogido a Panamá para sus fechorías. Saben que nuestra Policía y justicia son débiles.
Ahora sicarios extranjeros (de México y Colombia) pueden entrar como turistas, asesinar y salir sin ningún problema.
Como si esto fuera poco, en nuestro mismo patio aumenta la delincuencia, tanto de adultos como de menores.
Esto se debe a deficiencias en el funcionamiento de la Policía.
Ni militarotes dictatoriales (con o sin pasado oscuro) han podido darnos una capital segura y tranquila.
Estamos llenos de cámaras vidajenas. Muy bien pueden ser usadas mañana o pasado para controlar a los civilistas. Sin embargo, los robos están aumentando y la gente honrada tiene que esconderse en sus casas, donde también los asaltan.
Este Gobierno PRD prometió mayor seguridad. Como otras de sus propuestas de campaña política, no las cumplieron, aunque han llenado de millones a la Policía.
Otros que están acabando el país son ciertos turistas, que llenos de plata compran los mejores sitios. Incluso llegan a desalojar a panameños que tenían decenas de años de vivir en lugares que ahora son codiciados por los turistas.
Acaban el país las malas administraciones como la PRD.
Nunca antes la capital había sufrido los problemas de tránsito como en estos últimos años, por la ineficiencia gubernamental.
Tampoco antes se veía la ciudad convertida en basurero, por más millones destinados a modernos camiones recogedores de basura. Este Municipio ha gastado muchos millones y la ciudad es cada vez un lugar peor para vivir.
A todo esto, hay que añadir la impunidad, los grandes robos y corrupciones que quedan sin castigo.
Y para remate, entramos en el proceso político. Lo que sobran son personajes prometiendo el cielo y la tierra, �recuerdan el Team Martín?, para seguir encaramados en el gobierno.
De seguir así, perderemos gran parte de lo bueno que tenía Panamá hace años.
