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Los síntomas son diversos, pero hay algunos que son constantes: no se ahorra nada del dinero que se recibe; se gasta en cosas superficiales como ropa "de marca", perfumes, joyas, objetos ornamentales, etc.; no se planifica en orden de prioridad... Estas son las características del panameño que no piensa en el futuro. Vive la vida sin los cuidados que garanticen un mejor mañana.
Dice la Biblia: "Anda a ver a la hormiga, perezoso; fíjate en lo que hace, y aprende la lección: aunque no tiene quien la mande ni quien le diga lo que ha de hacer, asegura su comida en el verano, la almacena durante la cosecha. �Basta ya de dormir perezoso!" (Proverbios 6, 6-9). �Por qué no escuchar estas sabias palabras? �Por qué se insiste en destruir el mañana con un comportamiento presente autodestructivo?
Hoy, cuando se acercan las fechas que le propician dinero a muchos panameños, es menester pensar en las necesidades futuras, y no gastarlo todo; menos en cosas que no tienen verdadera importancia. �Qué importa una Navidad sin juguetes finos ni la comida acostumbrada! �Nos vamos a morir por eso? �Hay que pensar en el mañana... ya vendrán tiempos mejores! |
