logo critica

seccionesEl Panama Americaotras publicacionesprimera planaportadanacionalesopinionprovinciasdeporteslatinoamericareportajesrelatosvariedadescronica rojahoroscopoespacioediciones anterioresbuscador de noticias

 

home

comunidad

Sábado 7 de agosto de 1999



FAMILIA
Narc�ticos an�nimos

linea
Joaqu�n Arias
Cr�tica en L�nea

Normalmente, cuando compartimos este paso, el oyente compartir� tambi�n algo de su historia personal y descubriremos que las cosas sobre nosotros, que pens�bamos que eran tan horribles o diferentes, no eran tan especiales. Al ver la aceptaci�n de nuestro confidente, nos damos cuenta que podemos ser aceptados tal como somos.

Puede que sea dif�cil acordarnos de todas nuestras faltas. No obstante, hacemos lo que podemos para poner nuestro mayor esfuerzo. Empezamos a experimentar verdaderos sentimientos personales de una naturaleza espiritual. Donde antes ten�amos teor�as espirituales. Este examen inicial de nosotros mismos nos revelar� cosas que por lo general no nos gustan. De todas maneras, afrontando estas cosas y sac�ndolas a la luz del d�a nos permite tratarlas constructivamente. No podemos efectuar estos cambios solos. Necesitamos la ayuda de Dios, tal como lo concebimos y la comunidad de Narc�ticos An�nimos.

"Estuvimos dispuestos a dejar que Dios eliminase todos estos defectos de car�cter".

�Por qu� pedir algo para lo cual no estamos preparados. Esto ser�a buscarse complicaciones. Cu�ntas veces, nosotros que somos drogadictos, busc�bamos recompensa a labores duras sin haberlas hecho. Es la buena voluntad por lo que luchamos en el sexto paso. La sinceridad con que trabajemos este paso ser� proporcional a nuestro deseo de cambiar.

�Queremos de verdad deshacernos de nuestros resentimientos, de la c�lera, del miedo ? Muchos nos aterramos a los temores, a las dudas, al odio hacia nosotros mismos o al aborrecimiento de otras personas porque el dolor que no es familiar inspira una cierta, aunque deformada, seguridad interior. Parece m�s seguro lo que se conoce, m�s que abandonarse a lo desconocido.

Debemos deshacernos de nuestros defectos de car�cter de una forma decidida. Sufrimos porque sus demandas nos debilitan. Con el orgullo que ten�amos, ahora vemos que es la arrogancia lo que nos domina. Los que no somos humildes, ahora nos vemos humillados. Siendo codiciosos, nunca nos sentimos saciados. Mientras antes nos las apa�abamos con el miedo, la ira, la falsedad o la autocompasi�n, ahora nos damos cuenta de que nublan nuestra capacidad de pensar l�gicamente.

El ego�smo se vuelve una cadena intolerable y destructiva, que nos ata a nuestros malos h�bitos. Nuestros defectos llegan a consumir todo el tiempo y toda la energ�a de que disponemos.

Examinemos el inventario que hicimos en el cuarto paso, mirando muy detalladamente lo que estos defectos logran hacer de nuestras vidas. Comenzaremos a experimentar el deseo de liberarnos de ellos. Rezamos, o al menos estamos dispuestos, preparados y receptivos, para dejar que Dios elimine tan nefastos rasgos de nuestra personalidad. Necesitamos cambiar de personalidad si queremos permanecer limpios. Queremos pues cambiar.

 

 

linea

volver arriba


BOLETIN COMUNITARIO

Alta eficiencia en reconversi�n de bienes revertidos

OTROS TITULARES

La insolaci�n puede proteger a las personas contra el c�ncer de piel

 

 


 


linea

 NUESTROS ANUNCIANTES

lalo y lulu

 

PRIMERA PLANA | PORTADA | NACIONALES | OPINION | PROVINCIAS | DEPORTES | LATINOAMERICA | REPORTAJES | RELATOS | VARIEDADES | CRONICA ROJA | HOROSCOPO | SOCIALES | EDICIONES ANTERIORES | BUSCADOR DE NOTICIAS | OTRAS SECCIONES

linea
linea gris

bandera de Panama 

 

Copyright 1995-1999, Derechos Reservados, Editora Panamá América, S.A., EPASA