logo critica

seccionesEl Panama Americaotras publicacionesprimera planaportadanacionalesopinionprovinciasdeporteslatinoamericacomunidadrelatosreportajescronica rojahoroscoposocialesespacioediciones anterioresbuscador de noticias

 

home

variedades

Jueves 5 de agosto de 1999


MENSAJE
Otro que tal baila

linea
Hermano Pablo
Crítica en Línea

Un empresario brasileño, Mike Giordano, quiso imitar la «Maratón de Baile» que tiene éxito en los Estados Unidos. Para lograr el triunfo deseado lanzó una costosa campaña anunciando la llamada maratón durante tres días, en el estadio Maracanazinho de Río de Janeiro.

La noche del debut, sin embargo, fue todo un fracaso. En el escenario había una orquesta de doce músicos, un cuerpo de baile de diez coristas encabezadas por una famosa vedette, y un famoso cantante.

En la pista sólo había quince parejas bailando. En la tribuna, tres espectadores. Había cincuenta personas más, pero éstas eran vendedoras de sandwiches y café. Las pérdidas fueron cuantiosas.

Llegó el momento de entregar los premios a los ganadores. El empresario había prometido tres mil dólares de premio y un automóvil que valía otros cuatro mil, pero al señor Giordano no lo pudieron encontrar por ningún lado. Se descubrió después que viajó esa misma noche en un vuelo directo hacia Miami.

Se trata de un fraude más de los tantos que se dan en este mundo. Este es original por las características en torno al evento: promesas que no se cumplieron, demasiado gasto, y el público que no apoyó con su presencia; pero al fin y al cabo sólo fue perjudicada una pareja de bailarines, y la única pérdida que éstos sufrieron fue su gran cansancio.

¡Cuántas historias de fraudes vemos a diario! Grandes empresas que defraudan a humildes personas, a pequeños ahorristas que creen en la honestidad de dichas empresas e invierten en ellas lo que quizá les ha costado toda una vida.

¡Cuántos dramas ha desatado la deshonestidad de algunas personas! Ya lo dice la Biblia: «Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo?» (Jeremías 17:9).

Claro, estos son casos extremos de deshonestidad. Quizá pensemos nosotros que jamás llegaremos a hacer tal cosa. Pero ¿qué de las «pequeñas deshonestidades», aquellas que pensamos que porque nadie nos ve, no tienen importancia? ¿Qué del quedarnos con un dinero que no nos pertenece, el que por equivocación nos entregaron de más? ¿Qué, pues, de estos «pequeños fraudes» que tal vez cometemos a diario?

Para Dios, que conoce nuestras intenciones, eso que es tan «pequeño» para nosotros lleva un nombre y es el mismo del fraude grande: «pecado». Pero es por ese pecado, así como por los pecados más grandes y tremendos, que Cristo murió en nuestro lugar.

¿Por qué no recibimos hoy mismo al Señor Jesús como nuestro Salvador?

 

 

 

linea

volver arriba


REFLECTOR DEL BARRIO

Gobierno de Mireya Moscoso revisará política arancelaria

FARANDULA

Ricky Martin, Catherine Zeta-jones

 

 


 


linea

 NUESTROS ANUNCIANTES

banner publicitario

 

PRIMERA PLANA | PORTADA | NACIONALES | OPINION | PROVINCIAS | DEPORTES | LATINOAMERICA | COMUNIDAD | REPORTAJES | RELATOS | CRONICA ROJA | HOROSCOPO | SOCIALES | EDICIONES ANTERIORES | BUSCADOR DE NOTICIAS | OTRAS SECCIONES

linea
linea gris

bandera de Panama 

 

Copyright 1995-1999, Derechos Reservados, Editora Panamá América, S.A., EPASA