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CONSULTORIO MEDICO
La toxoplasmosis

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Dr. Hiller
Colaborador

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ciclo de la toxoplasmosis

Tanto los gatos como las personas pueden albergar el parásito toxoplasma. Este organismo unicelular normalmente no provoca ninguna enfermedad en el cuerpo que lo alberga, pero puede dañar significativamente el feto de una mujer si ésta se infecta durante el embarazo. Los gatos recién infectados transmiten el toxoplasma a través de sus excrementos, y hay un riesgo muy pequeño de que el parásito se transmita inconscientemente mientras se limpia la cajita de los excrementos. Los gatos juegan un papel muy importante en el ciclo vital del toxoplasma (Toxoplasma gondli). Estos se conocen con el nombre de huéspedes definitivos, o completos para el parásito porque pueden albergar todas las distintas etapas de la vida del toxoplasma. Son los únicos animales que albergan al toxoplasma en su fase sexual. La reproducción sexual tiene lugar en los intestinos del gato. El quiste con forma de huevo resultante, conocido como ooquiste, se esparce al medio ambiente a través de las heces del gato. El vertido de este quiste dura sólo dos semanas, y el gato no volverá a expulsar el quiste aunque el toxoplasma vuelva a introducirse dentro del sistema.

El nuevo huésped adquiere el parásito al ingerirlo. El toxoplasma puede introducirse en el gato cuando éste come algún animal infectado de toxoplasma - normalmente un pequeño animal de sangre caliente; una rata, un ratón o un pájaro - o cuando sin darse cuenta ingiere ooquistes diseminados en las heces de los gatos. A diferencia de los gatos, los huéspedes intermedios no producen el toxoplasma en sus deposiciones; ellos transmiten el parásito sólo cuando caen presas de otro animal.

El sistema inmune del cuerpo rápidamente obliga al parásito a formar un tejido resistente enquistado en los tejidos del huésped, donde se refugian. Los parásitos enquistados no pueden agravar más la situación del huésped, pero pueden volver a ser activos si penetran en un huésped nuevo que ha sido expuesto previamente.

Ocasionalmente, si bien es cierto que no es frecuente, el toxoplasma provocar problemas graves en un huésped humano, especialmente en el cerebro o en los ojos. Dichos problemas tienen lugar casi exclusivamente en un feto o en cualquier persona que tenga debilitado el sistema inmune.

La infección contraída ante del nacimiento (toxoplasmosis congénita) no suele causar ningún problema aunque cuando los produce éstos suelen tener efectos devastadores; dificultades de aprendizaje, retraso mental, hidrocefalia, pérdida de visión e incluso la muerte. Las mujeres sanas que han sido infectadas por el parásito seis meses o incluso antes del embarazo, tienen menos posibilidades de transmitirles el toxoplasma a sus fetos, incluso en el caso de que los parásitos vuelvan a introducirse dentro de su sistema inmune durante el embarazo.

Las personas inmunodeficientes pueden padecer enfermedades graves por una infección inicial o por una reactivación de los parásitos en los tejidos enquistados. Es posible que alguien que haya limpiado el contenedor de los excrementos de un gato se introduzca sin darse cuenta sustancias contaminantes en la boca. A continuación reseñamos una serie de situaciones que suelen darse en caso de toxoplasmosis congénita.

  1. Es un gato quien alberga el toxoplasma.

  2. El animal tiene que haberse infectado dentro del breve período de su vida durante el cual se producen los ooquistes.

  3. Los quistes son esparcidos al menos un día antes de ser transmitidos a un ser humano porque los quistes han sido expuestos al aire de uno a cinco días antes de que empezaran a ser infecciosos.

  4. Los ooquistes han sido tragados.

  5. Debe ser la primera infección de la mujer con el toxoplasma.

  6. El toxoplasma debe atravesar la placenta e infectar al feto. (Casi uno de cada dos o tres fetos de madres recién infectadas resultan infectados). Los gatos encuentran más cómoda la tierra del jardín para hacer sus deposiciones que el contenedor de excrementos. La tierra es probablemente un foco común de exposición a los ooquistes que la caja de los excrementos. Y los ooquistes depositados en la tierra continúan siendo infecciosos durante muchos años. Incluso las personas que no tienen gatos deben tener cuidado con la tierra de los jardines ya que ésta puede estar contaminada por el toxoplasma. El toxoplasma infecta no sólo a los animales pequeños presas de los gatos, sino también a los animales que son más aptos para ser comidos por los humanos, como las ovejas, los cerdos, las cabras y los ciervos. El toxoplasma muere al ser cocinado. La ingestión de carne sin cocinar - no expuesta a los ooquistes producidos por los gatos- es posiblemente la principal vía por la que las personas contraen la toxoplasmosis. En una investigación dirigida por varios centros médicos de seis grandes ciudades europeas, la carne sin cocinar se relaciona entre un 30 y un 63 por ciento de las infecciones de toxoplasma contraídas durante el embarazo; como causa de infección el contacto con la tierra aparecía relacionado entre un 6 y un 17 por ciento de los casos. El contacto con los gatos o con los recipientes de excrementos no fue asociado con ninguno de los casos estudiados. Las conclusiones de esta investigación aparecieron en el número de 15 de julio de 2000, de la revista especializada British Medical Journal. Los análisis de sangre pueden determinar si el organismo ha provocado una respuesta al toxoplasma - una señal temprana de infección con el parásito. Pueden servir para determinar qué precauciones deben tomarse para prevenir la ingestión de toxoplasma. En Francia, donde la carne sin cocinar se toma frecuentemente y el toxoplasma es bastante común, dichos análisis son realizados rutinariamente. En la mayoría de los países, sin embargo, los análisis de sangre no son una práctica rutinaria, pero debería ser posible hacerlos en caso necesario.

  1. Evitar comer carnes crudas y sin cocinar adecuadamente. Lo que incluye, por supuesto, los trozos de carne a modo de muestra que no están totalmente cocinados.

  2. Utilizar guantes protectores cuando se esté manipulando carne cruda, así como cuando se laven los utensilios de cocina así como superficie de la misma que haya estado en contacto con la carne. La congelación también elimina el toxoplasma, pero la carne curada no es de mucha confianza para este fin en concreto.

  3. Utilizar guantes cuando se esté haciendo labores de jardinería.

  4. Si usted tiene que cambiar los recipientes de los excrementos de los gatos, hágalo diariamente (porque los ooquistes tardan al menos un día en ser esparcidos y volverse infecciosos), y utilice guantes para ello. Para reducir la posibilidad de que sus gatos puedan contraer el toxoplasma, manténgalos fuera de su hogar, aliméntelos con comida comercial especial para gatos, y evite alimentarlos con carnes sin cocinar.

  5. Lávase las manos después de haber realizado cualquiera de las actividades anteriormente descritas.

  6. Las frutas y las verduras, especialmente los tubérculos, pueden haber sido contaminadas con el toxoplasma en la tierra. Por lo tanto hay que lavarlas bien antes de comerlas.

  7. Aunque los huéspedes por lo general no enferman como consecuencia del toxoplasma, no por menos evidentes sus efectos son menos importantes.

 

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