Los líderes del Grupo de los Ocho (G8) siguieron adelante ayer con su asediada cumbre, ignorando pedidos de cancelarla después que la policía mató de un disparo a un manifestante italiano durante las violentas protestas contra la globalización, que marcaron la apertura de la reunión.
En un comunicado emitido el segundo día de la cumbre, los gobernantes de las naciones más industrializadas destacaron que fueron elegidos libremente e insistieron en que su cónclave anual se enfoque en temas claves para un mundo más amplio, como economía, empleo, comercio y ayuda humanitaria.
Fuera de la llamada "zona roja", fuertemente custodiada con cordones de seguridad, miles de manifestantes, muchos de ellos armados con cascos y palos, tomaron las calles para otro día de protestas contra lo que denominan el club de hombres ricos, a los que culpan de la pobreza mundial.
"Condenamos firme y absolutamente la violencia que se convierte en anarquía de una pequeña minoría que hemos visto aquí en Génova y en recientes reuniones internacionales", dijeron los gobernantes de Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Canadá y Rusia.
"Es de vital importancia que los líderes electos en forma democrática y que legítimamente representan a millones de personas, puedan reunirse para discutir áreas de interés común. Nuestro trabajo y compromiso siguen adelante", agregó el comunicado.
La pobreza mundial y el medio ambiente, temas centrales para varios de los grupos de protesta, encabezaron la agenda del G8 el sábado.
Horas después, los líderes debatirían otros conflictos políticos mundiales, como la creciente tensión y violencia en Oriente Medio y Macedonia.
Previo a la cumbre de los líderes del G8, los ministros de Relaciones Exteriores del grupo calificaron de alarmante la incesante violencia entre israelíes y palestinos y pidieron el jueves a ambas partes aceptar supervisión internacional a fin de poder ayudarlos a implementar un plan de paz.
INVESTIGAN MUERTE DE MANIFESTANTE
Un equipo de fiscales italiano anunció que investiga a un policía paramilitar involucrado en el tiroteo que cobró la vida de Carlo Giuliani, de 23 años, quien atacó un vehículo policial junto con otros manifestantes durante los disturbios del viernes.
La policía dijo ayer que Giuliani tenía antecedentes policiales y que había sido detenido en otras manifestaciones en el pasado.
Una portavoz policial dijo que Giuliani enfrentaba una serie de cargos pendientes, entre ellos posesión ilegal de armas y por conducir bajo estado de embriaguez con licencia suspendida. |