�HASTA CUANDO EL RELAJO? Desconcierto por nuevo aplazamiento de negociaciones de paz Gobierno - FARC
Pareciera que se est� jugando con el deseo de la poblaci�n colombiana al mantenerla en zozobra. Foto AP
Colombia
AFP
El aplazamiento indefinido del inicio de las negociaciones de paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla marxista de las FARC fue recibido con desconcierto por diferentes sectores sociales y pol�ticos, al igual que por los habitantes de esta localidad del sudeste del pa�s. La poblaci�n de La Uribe se hab�a preparado para acoger a partir del lunes a los negociadores. Pero el di�logo fue postergado el s�bado, ante desacuerdos para integrar una comisi�n internacional de verificaci�n que deber�a velar por la tranquilidad en este y los otros cuatro municipios que comprende el �rea de distensi�n de 42.000 km2 desmilitarizada por el gobierno para permitir los contactos con la insurgencia. "Lamentamos que sucedan estas cosas, pero confiamos en que el inicio de las conversaciones nos conduzca definitivamente a la paz", dijo a la AFP un habitante de La Uribe, que como varios de sus coterr�neos engalan� la poblaci�n con avisos alusivos a la paz. Pese a que la decisi�n fue tomada de com�n acuerdo y a que ambas partes reafirmaron su "decisi�n irrevocable de continuar trabajando por la paz", distintos sectores coincidieron en que ello resta credibilidad al proceso y evidencia sus dificultades. El Gobierno y las FARC han modificado en tres oportunidades la fecha de inicio de las negociaciones. Inicialmente, estaba previsto para el 7 de julio, pero decidieron postergarlo al 20 -y luego anticiparlo al 19-, porque no se hab�a conformado el comit� verificador. Los rebeldes lanzaron, entretanto, una violenta ofensiva en la que murieron 289 subversivos, 41 militares y 30 polic�as, seg�n el Ej�rcito. Otros 37 efectivos policiales fueron secuestrados por los insurgentes. El Ej�rcito asegur� entonces que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), la principal guerrilla del pa�s con unos 12.000 combatientes, buscaron el aplazamiento del di�logo para desplegar su ofensiva y llegar fortalecidas a la negociaci�n. El jefe del opositor Partido Liberal, Horacio Serpa, reiter� el domingo la necesidad de suscribir un acuerdo humanitario con las FARC, pues, seg�n dijo, "los actos de violencia de esa guerrilla han llevado a que los colombianos le pierdan la fe al proceso". "Se convino buscar la paz en medio de la guerra, pero nadie pens� que el conflicto se iba a recrudecer. Es lo que ha ocurrido y de ah� la reacci�n de la ciudadan�a contra el proceso", declar� Serpa a los periodistas. Serpa, quien ha dicho que Pastrana "le est� entregando todo a las FARC a cambio de nada", manifest� que pese a la nueva postergaci�n "es necesario rodear con optimismo el proceso". El arzobispo de la ciudad de Bucaramanga (noreste), V�ctor L�pez, dijo que "las contradicciones entre el Gobierno y las FARC, por el inicio de la negociaci�n, comprueban que el proceso de paz no es f�cil, pero tambi�n que es necesario trabajar con tenacidad para alcanzar la convivencia". El prelado a�adi� que "el pa�s tambi�n espera que las partes acuerden unas reglas de juego claras sobre la metodolog�a y las fechas de las reuniones, para que den el mensaje de que el proceso se construye sobre bases s�lidas". El polit�logo y rector de la Universidad Nacional, Alejo Vargas, explic� que "el aplazamiento obedece a que las FARC creen que el alcance de la comisi�n no debe ser de verificaci�n, sino de acompa�amiento, y a que quieren negociar a trav�s de audiencias p�blicas, mientras que el Gobierno prefiere hacerlo en privado". Habitantes del �rea de distensi�n, funcionarios de la Defensor�a del Pueblo y el Ej�rcito han denunciado que las FARC ejecutan civiles en esa zona, bajo su domino desde noviembre pasado, cuando Pastrana orden� el retiro de las tropas para posibilitar el di�logo. Tambi�n han denunciado que los rebeldes utilizan esa zona para preparar sus ataques. El dirigente sindical Wilson Borja, presidente de la Federaci�n Nacional de Trabajadores al Servicio del Estado (Fenaltrase), se dijo preocupado por que el aplazamiento de las negociaciones aliente la posici�n de algunos sectores de ultraderecha, partidarios de la intervenci�n de una fuerza extranjera.
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