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Weeden y Jované: midiendo fuerzas

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Eliécer Navarro
Cr�tica en L�nea

Las inmediaciones del edificio Bolívar, sede administrativa de la Caja de Seguro Social, ha sido escenario de una vigilia constante de cientos de funcionarios en huelga. Que reclaman a gritos la aprobación de un crédito extraordinario de B/.29.9 millones, suma que en gran parte está destinada al pago de ajustes salariales.

El contralor Alvin Weeden y su representante ante la junta directiva de la CSS, César Tribaldos han sido recibidos y despedidos durante esta semana con una lluvia de insultos, chichas y empujones, al punto que se ha necesitado de cientos de escoltas policiales para brindarles su seguridad.

Según Tribaldos, Jované mantiene un discurso ante la Junta Directiva y otro ante la opinión pública.

�Cuando nosotros le mostramos las cifras que hemos visto, el único argumento de Jované es que lo que queremos es privatizar la Caja�, afirma.

�El tiene una posición muy radical. Y su posición va contraria a la ley de presupuesto�, añade.

El problema fundamental de la polémica es de dónde se deben sacar los B/.29.9 millones, ya que Jované y miles de funcionarios en huelga de la CSS exigen que el Gobierno aporte la suma a través de un crédito extraordinario; mientras que la Contraloría señala que este mecanismo no aplica, pero sí el de una transferencia de partidas de la propia institución.

El artículo 199 de la Ley de Presupuesto establece que para que una entidad del Estado califique a la obtención de un crédito extraordinario, debe de estar en una situación de superávit: que sus ingresos sean mayores que sus gastos.

Sin embargo, el saldo de caja de la institución al final de 2002 quedó con un déficit de 18.5 millones de balboas, y en el primer trimestre de este año, también terminó en déficit, esta vez de 11 millones, lo que la descalifica a solicitar tal crédito.

Aunque Jované ha señalado que la negación de este crédito extraordinario pondría en peligro el abastecimiento de medicinas en el país y la atención médica a los asegurados, en el desglose del uso que se le daría a ese dinero, el renglón de salarios asciende a 22.3 millones de balboas, mientras que el renglón de medicinas tiene un cero.

No obstante, se destinarían 1.1 millones para compra de artículos de laboratorio y 124 mil balboas para artículos farmacéuticos.

INSTITUCION CON NUMEROS EN ROJO

En cada año desde 1996 hasta 2000, los ingresos de los cuatro programas de la CSS registraron ingresos superiores a los egresos. Mientras que en año 1996 los ingresos de estos programas ascendían a 98 millones de balboas; luego en 1997 eran de 131.3 millones; al año siguiente fueron 152.3 millones; en 1999 la cifra fue 145 millones, y en el 2000, 200 millones.

Sin embargo, en el 2001 estas recaudaciones cayeron dramáticamente a 72.3 millones de balboas; y al cierre de 2002, la cifra fue negativa: el conjunto de los programas registró un déficit de -18.5 millones.

Según Juan Jované, esta dramática caída de los ingresos de la Caja se debió a una menor cantidad de cotizantes por el aumento del nivel de desempleo, que actualmente es del 16%; sumado a un elevado nivel de morosidad y evasión del sector privado y público en el pago de las cuotas obrero-patronales.

Según Tribaldos, la verdadera causa de los números en rojo de la institución es una ineficiente administración por parte del director, inflando la planilla en un 60% y realizando compras de hospitales que no han mejorado la atención de salud.

La planilla total de la Caja a diciembre de 1999 era de 14,566 empleados, sin embargo, la administración Jované alega que eran 17,768 trabajadores. Al 14 de mayo de 2003, esta cantidad había aumentado a 22,626 trabajadores y subiendo. Esto es un incremento de 8,060 empleados en tres años.

Si tomáramos en cuenta que la planilla se mantuviese en esa cifra durante el resto del 2003, el salario anualizado de toda esa masa sería de 188.6 millones de dólares. Sumándole el pago de décimo tercer mes, aumentos de salarios y el pago de la cuota obrero-patronal por parte del Estado, el gran total de lo que se pagaría superaría los 250 millones de balboas.

El nivel de gastos por servicios personales se ha venido incrementando desde 2000. Para este año se presupuestaron en ese renglón la cifra de B/.237.9 millones.

�Este primer trimestre la CSS recaudó en cuotas 12 millones de dólares más que en el mismo período del año pasado, pero incrementamos el gasto en 21 millones más. Al final, tenemos 11 millones menos�, comenta Tribaldos.

En el primer trimestre de 2002, los estados finales quedaron en un déficit de 1.3 millón de balboas, pero al final de ese mismo año el déficit total fue de 18 millones. Tribaldos explica que esta cifra crece porque la ejecución presupuestaria de la institución se acelera en los trimestres siguientes.

Si en este primer trimestre el déficit asciende a 11 millones, al final del año 2003 este podría superar los 50 millones de balboas. �Si a esto le agregaras los 29.9 millones que Jované pide por crédito extraordinario, el déficit entonces llegaría a más de 80 millones�, argumentó.

EN 10 A�OS LLEGA EL FIN

Independientemente de los descalabros administrativos, la CSS se enfrenta a una situación de incapacidad de su propio sistema de pensiones de afrontar a largo plazo la responsabilidad de cumplirle a la mayor parte de las personas que actualmente trabajan.

Tribaldos señala que a raíz de los cambios demográficos y del mercado laboral, y a la forma en que actualmente está estructurado el sistema de pensiones, más dinero está saliendo de las arcas para pagar jubilaciones y pensiones que entran por medio de las cuotas.

Aunque -con un total de 1,700 millones de balboas- las reservas del programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) no alcanzan para poder hacer frente a las jubilaciones de la actualidad, las entradas cada año son menores, lo que pone a la entidad en una situación denominada �déficit actuarial�.

La masa de jubilados actualmente de aquí a los próximos 10 años aproximadamente, cobrará unos 4 mil millones de balboas en pensiones. El año pasado, se pagaron 500 millones de balboas en pensiones, pero dentro de un decenio, el aumento de la población de adultos mayores hará que esta cifra haya aumentado a 900 millones.

Según los técnicos de la CSS, las reservas actuales del programa, sumados al estimado de ingresos que tendrá durante el próximo decenio, serán suficientes para cumplir con estas obligaciones sólo hasta el 2013.

De no realizarse cambios profundos a tiempo, éste será el momento de la quiebra de la CSS.

 

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