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Mercado de Abastos.  |
Ese limoncito con el que usted hace una deliciosa chicha o usa para darle ese gusto especial al pescado, tiene un largo proceso para llegar a su mesa, por lo menos así lo expresa Margarito Rivas, quien vende hace más de un lustro este fruto en el Mercado de Abastos.
Rivas afirma que los limones que con tanto orgullo oferta provienen de diversas regiones entre ellas, Bocas del Toro, Los Santos, Chiriquí, Penonomé y Río Hato.
Señala que llegan unos quinientos mil limones que son comprados directamente al productor que los trae del interior hasta el Mercado de Abastos, por lo que no hay intermediarios.
Indica que el movimiento comercial se da las veinticuatro horas del día, ya que en cualquiera se le compra al productor.
El precio, recalca, depende del tamaño, porque hay limones de todos los portes. "Hay chicos, medianos o grandes", acota.
Los limones a su vez los adquiere a B/.1.00, B/1.25 y a B/.1.50 el ciento.
El vendedor apunta que esta es la época de mayor apogeo del limón y que esta abundancia dura hasta finales de noviembre.
Resalta que a finales de diciembre, enero y parte de febrero, baja la producción en Panamá. "En esa época se encuentra entre diez y ocho balboas el ciento, y lo traen de Perú y Costa Rica", reconoce.
CHINOS LOS MAYORES COMPRADORES
Rivas puntualiza que quienes son sus mayores compradores son los chinos, porque tienen fruterías.
Admite que le vende a dos dólares el ciento y a los supermercados a tres balboas puesto que ellos exigen mercancía de primera.
Manifiesta que los supermercados los compran más chicos por que les resulta más competitivo.
A la hora de revisar la mercancía dice que es muy observador.
Aclara que ve si están "bombeados" o podridos.
Explica que bombear es cuando le ponen limones grandes encima y chiquitos en el centro del saco.
Al referirse cuáles son los limones favoritos de la gente, asegura que los santeños son los más buscados, empero determina que los chiricanos tienen también bastante jugo y son más grandes.
Con respecto a las ventas informa que estos meses a pesar de que hay bastante productos son los más malos y que en noviembre "la cosa mejora".
A la hora de regatear Margarito no se deja, ya que es un experto en ese arte, sobre todo a la hora de negociar con los asiáticos, sentenciando que "ellos tiran ganchos y que el también se los tira".
"Ellos me dicen por ejemplo, que hay un limón dañado para que les baje el precio, yo les digo entonces que uno no le va a hacer daño, otra forma es que dicen que en otro lado está el limón más barato, por lo que les contesto que la calidad es lo importante".
Gracias a toda esta experiencia este vendedor ha sobrevivido en este mundo de compra y venta, convirtiéndose en uno de los más exitosos dentro del Mercado de Abastos. |