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EDITORIAL
Bananeras a la panameña
A partir de mañana uno de los principales sindicatos obreros de Panamá asumirá la gran responsabilidad de administrar una de las bananeras de mayor éxito en la región latinoamericana. Aquel frente de lucha de trabajadores y campesinos del platanal de Puerto Armuelles cambiará radicalmente las arengas y discursos de barricada, por la visión de generar beneficios económicos a través de la producción del llamado oro verde.
Empero es un reto de titanes. Ser operador de las plantaciones que dejará atrás la estadounidense Chiquita Brands en el Pacífico de Panamá requiere de enorme visión y responsabilidades.
Chiquita, que opera también una plantación bananera en la provincia de Bocas del Toro en el Atlántico, vendió todos sus activos a la Cooperativa de Servicios Múltiples de la Puerto Armuelles Fruit Company (COOSEMUPAR), controlada por el sindicato, incluidas 3,000 hectáreas de plantaciones de banano.
COOSEMUPAR asumirá la dirección patronal de 3,000 trabajadores bananeros alcanzó un acuerdo con Chiquita para venderle la fruta que produzca en los próximos 10 años. El Banco Nacional de Panamá aparece en la operación de compra y venta, con un préstamo superior a los 20 millones de dólares para el pago de las prestaciones de los trabajadores.
Hay que recordar que la sobreproducción de banano en el mercado internacional, los bajos precios ofrecidos por el principal productor mundial, Ecuador, y las reestricciones impuestas al mercado por la Unión Europea desde 1995, mediante un sistema de cuotas y aranceles, afectaron a las compañías fruteras.
Es grato observar la seriedad y buena voluntad de trabajo que tienen los ahora administradores de la bananera de Puerto Armuelles. Ya un vocero de la nueva empresa ha dicho a los trabajadores que hay que efectuar �un cambio de mentalidad�.
Hay que estar claro, ya se acabó el tiempo en que la compañía cargaba hasta con los gastos de los servicios básicos de los trabajadores. Ahora, el sindicato es el dueño de la empresa y tendrá que demostrar que son tan eficientes como por décadas han pregonado.
La nueva administradora se sumará al selecto grupo de empresas dirigidas por panameños que todavía tienen confianza en la fuerza pujante de la mano de obra istmeña. En la Autoridad del Canal, el centro bancario, puertos y demás industrias, los panameños han demostrado que pueden asumir grandes responsabilidades para dirigir proyectos de envergadura.
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PUNTO CRITICO |
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