Podríamos despedirnos de la "la
Cuenca del Canal"
Minnie Morán C.
Crítica en Línea
Cada barco que transita del
Atlántico al Pacífico, a través del Canal, necesita
al menos 52 millones de galones de agua dulce, para realizar su travesía
de un extremo a otro en 8 a 10 horas aproximadamente. Es decir que los 12
barcos que pasan en las 24 horas de servicio continúo de la vía,
requiere un promedio de 624 millones de galones de agua.
La Asociación GreenCom informó a los medios de Comunicación
local que de seguir afectándose la cuenca que además de suministrar
el agua de la que se abastecen las ciudades de Panamá y Colón
en 15 ó 20 años, no sólo los panameños sino
el resto del mundo, tendrían que despedirse de una de las maravillas
del mundo: El Canal de Panamá.
Es importante que no se sigan talando los bosques de la cuenca, porque
el agua lluvia que cae, no es suficiente para el óptimo funcionamiento
de la cuenca si no hay bosques para mantener regulada la cantidad de agua
que baja o no al canal. Es lo único que regula la cantidad de agua
que se vierte a los ríos y no habría forma de que esos ríos
aguanten las lluvias si no hay árboles, porque éstos se encargan
de absorber el resto del agua que no se requiere.
Panamá debe demostrar al mundo que no sólo es capaz de
poseer este recurso sino también saberlo mantener y cuidar.
Los usos actuales de los suelos no consideran sus potenciales ni limitaciones.
Se realizan actividades en suelos no aptos para las mismas, repercutiendo
en la sobre explotación, desgaste y fragilidad del recurso suelo.
La población que habita en la Cuenca supera los números
del Censo de 1990 cuando fueron contabilizados 113,300 habitantes.Un 43%
del área total de la Cuenca está destinada a parques nacionales
y áreas protegidas; 35 está ocupada por explotaciones agrícolas,
el 12% está ocupada por asentamientos humanos y otros usos, y el
10 % es agua. Es de vital importancia que toda la ciudadanía y en
especial la población que habita está área este consiente
de la importancia y los beneficios que ofrece a todos los panameños
la Cuenca del Canal y también de no solamente reciben sus beneficios
los moradores de estas áreas o los trabajadores de la Comisión
del Canal porque dentro de la misma es donde se recoge y almacena el agua
que requiere el canal para su funcionamiento diario, sino que además
actúa como una gran esponja reguladora del volumen de agua necesario
que baja al Canal para su óptimo funcionamientoLa Cuenca del Canal
es el suministro principal de agua potable para las ciudades de Panamá
y Colón y el suministro eléctrico también depende de
la misma pues esta genera una porción significativa de la energía
que se utiliza para la operación del Canal.
Es evidente la falta de información y de comunicación que
evita que todos los panameños estén consientes de los impactos
en la Cuenca pues los usos actuales de los suelos no consideran sus potenciales
ni limitaciones. Se realizan dentro del área actividades en suelos
no aptos para las mismas, repercutiendo en la sobre explotación,
desgaste y fragilidad del recurso.
Diversas actividades repercuten en el desgaste de este recurso como lo
son la ganadería extensiva, la deforestación, el incremento
de poblados urbanos, la proliferación de nuevas viviendas, la caza
indiscriminada, la extracción de arena, piedra y grava y la construcción
privada.
Toda esta serie de usos negativos crean daños en el suelo y en
el medio ambiente de la Cuenca del Canal, produciendo que los arboles que
actúan como una esponja para recoger toda el agua necesaria para
el transporte marítimo del Canal desaparezcan lo que produce más
agua lo que puede aparentar un beneficio pero en realidad es por corto tiempo
y dejando en la cuenca una gran cantidad de sedimentos y desechos que dentro
de poco la convertirían en una zanja repleta de lodo.
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