Policía de Nueva York sacudida por confesiones de un agente

Nueva York
AFP

La confesión de un policía que torturó sexualmente a un haitiano, así como los testimonios de otros cuatro agentes, sacuden profundamente a la policía de Nueva York (NYPD), la más importante de Estados Unidos con 40.000 hombres.

Mientras el alcalde republicano, Rudolph Giuliani, y el comisario de policía Howar Safir se congratulaban por el hecho de que se haya roto "el muro azul del silencio", el código tácito que impide a los uniformados testimoniar en contra de sus colegas, los hombres del cuerpo permanecían escépticos.

Por coincidencia del calendario, la Comisión Federal de Derechos Civiles celebró el miércoles una reunión en Nueva York, dedicada al comportamiento de la NYPD, constituida por una aplastante mayoría blanca, pese a que las minorías étnicas constituyen el 57% de la población de la ciudad.

La relación entra la NYPD y la población son tensas tras varios presuntos errores como el caso Louima o la muerte en febrero de un joven guineano desarmado contra el que la policía disparó 41 veces. Justin Volpe, 27 años, corre el riesgo de ser condenado a cadena perpetua por haber sodomizado con un palo al haitiano Abner Louima en el baño de una comisaría de Brooklyn, el 9 de agosto de 1997.

El juicio de otros tres policías implicados, uno de ellos acusado de haber mantenido a Louima en el suelo, así como el de su superior, acusado de haber tratado de cubrir los hechos, seguía este miércoles. Los testimonios de la semana pasada de cuatro colegas de los acusados dejaron sin salida a Justin Volpe, quien reconoció haber mentido durante la investigación y las tres primeras semanas del juicio. "Esto destruye el mito del 'muro azul del silencio' ¿no es cierto?", preguntó Giuliani a los periodistas, acusados a menudo por el alcalde de "hinchar" los casos en los que están involucrados policías. "La realidad, es que hubo policías que se manifestaron, policías que testimoniaron", agregó el alcalde.

"El mito del 'muro del silencio' no es tan real como lo pretenden los medios de comunicación", agregó. "Los policías también quedaron conmocionados, tal vez más que cualquier otra persona."

Pero un sargento que trabajaba en el ONE, Police Plaza, el cuartel general de la NYPD, rechazó las afirmaciones de sus superiores. "¿Ha sido destruido el 'muro azul'? ¡En absoluto!", declaró sin precisar su identidad. "¿Piensan que los policías van a dejar de retener informaciones" sobre sus colegas? Continuarán apoyándose mutuamente", afirmó.

"Estos cuatro policía tenían que declarar (...), porque la inspección general de los servicios sabía que poseían informaciones", explicó el sargento. "La mayoría de los policías no les reprochará haber testimoniado", agregó.

Respecto a las vejaciones perpetradas por sus colegas, este oficial declaró: "Lo creí desde un principio, porque el asunto era demasiado increíble como para ser una maquinación".

Sin embargo, numerosos policías entrevistados este miércoles por la AFP afirmaron que no creían que los actos de tortura fueran ciertos antes de las confesiones de Justin Volpe.

Precisaron que varios colegas presentes aquella noche en la comisaría de Brooklin, pero que no presenciaron los hechos, tuvieron el mismo sentimiento de incredulidad.

"No hay 'muro azul'", afirmó este policía, "No se puede disimular lo que ocurre, en particular con los policías negros o hispanos que revelan constantemente la brutalidad de los policías blancos".

 

 

 

 

 

 


 

Mientras el alcalde republicano, Rudolph Giuliani, y el comisario de policía Howar Safir se congratulaban por el hecho de que se haya roto "el muro azul del silencio", el código tácito que impide a los uniformados testimoniar en contra de sus colegas, los hombres del cuerpo permanecían escépticos.

 

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