EDITORIAL
Sesquicentenario de Chiriquí
Ayer se cumplieron ciento
cincuenta años de la creación de la Provincia de Chiriquí;
denominación enraizada en la lengua nativa de los guaymíes,
que significa "Valle de la Luna", denominación con la cual
se conoce la próspera región panameña.
Chiriquí es porción de territorio istmeño que oferta
recursos naturales valiosos, que permiten el desarrollo de actividades agropecuarias
e industriales en rubros rentables y de exportación, tales café
y banano, cuyas calidades sirven de referencia al mercado internacional.
Las áreas de bosque tropical húmedo chiricano alberga fauna
y flora de especies exóticas, en muchos casos, únicas y en
extinción, cual los quetzales emigrados de las cordilleras centroamericanas
que asientan en las alturas de Cerro Punta y Volcán; y los tapires
o "machos de monte", que merodean en las estribaciones de Bocas
del Toro.
La altiva provincia de Chiriquí rindió labores solidarias
en el desenvolvimiento de las luchas libertarias centroamericanas, sirviendo
de abrigo a Francisco Morazán, ideólogo de la República
de Centroamérica, quien en David redactó el último
de sus escritos, titulado "Manifiesto de David", en el cual rubricó
sus aspiraciones y búsquedas, antes de morir fusilado en Cartago,
por las autoridades conservadoras, retrógradas, que cercenaron así
sueños de patria grande y soberana.
En Chiriquí dejó Morazán el sello metálico
de la República Centroamericana; y una comisión encabezada
por el dilecto doctor Lino Ossegueda, Embajador de El Salvador en nuestro
país, en los años de la cincuentena, procuró localizarlo
con resultados infructuosos, realidad que permite impulsar nuevamente tales
averiguaciones, las que de fructificar permitirían allegar el sello
republicano al Parlacén, como tributo de los panameños a la
noble causa libertaria y unitaria morazanista.
Hoy, Chiriquí, en pleno desarrollo de sus potencialidades, muestra
hidroeléctricas, represas, carreteras, hospitales, puertos y aeropuertos,
junto al urbanismo de sus localidades que le otorgan sitial de valía
y orgullo para Panamá.
En el pasado republicano panameño acontecimientos fronterizos
devinieron en confrontación armada con los hermanos costarricenses;
en tales jornadas, los valerosos y decididos chiricanos dejaron sentado
su patriotismo y fervor.
Hoy, a Chiriquí, tierra noble, de hombres y mujeres esforzadas,
que rinden tareas en el trabajo diario; donde hijos meritorios alcanzan
sitiales profesionales de honor, y poetas sensitivos y pintores lúcidos,
dan grandeza al arte, van nuestras felicitaciones y ganados reconocimientos.
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AYER GRAFICO |
El General Torrijos y el Senador Jordan visitan las esclusas de Miraflores |
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