El desbordamiento de lagos y embalses ante la inminente llegada de las lluvias se ha constituido en una nueva amenaza para las operaciones de rescate y reconstrucción tras el terremoto del pasado día 12, que ha dejado casi 89,000 entre muertos y desaparecidos, según las últimas cifras oficiales confirmadas.
Unos 30 lagos formados tras la obstrucción de los ríos por el sismo de 8.0 grados en la escala de Richter, que tuvo su epicentro en la provincia de Sichuan, corren peligro de desbordarse. Las autoridades preparan planes de contingencia para descargar el agua.
Uno de los primeros que será dinamitado es el lago de Tangjiashan en el distrito de Beichuan, que resultó entre los más afectados por el sismo, publicó la agencia oficial, Xinhua.
Al mismo tiempo, 15 excavadoras han sido enviadas al lugar, preparadas también para limpiar de lodo y piedras el lago y cavar vías por las que se pueda filtrar el agua, según la Televisión de Pekín.
Pero además de los lagos, 69 presas que se agrietaron en las zonas más devastadas están a punto de reventar y un total de 2,383, en Sichuán y en otras provincias vecinas, han sufrido daños, según confirmó el Ministerio de Recursos Hídricos.
Los posibles derrames de las reservas ante la inminente llegada de las lluvias prevista por la Administración Meteorológica amenazan a por lo menos a 700,000 personas y hasta el momento más de 100,000 han sido evacuadas, dijo Xinhua.
Según el último recuento oficial la cifra de fallecidos por el temblor ascendió a 65,080 y la de desaparecidos a 23,150 mientras que más de 14.3 millones de personas han tenido que ser evacuadas y más de 360,000 han resultado heridas.
CAMBIOS: CRISIS
Se ha ordenado la evacuación de algunas zonas destruidas por el terremoto del pasado 12 de mayo, que se encuentran cerca de lagos y embalses, para evitar que se produzcan más víctimas que lamentar.
Se ordenó a los militares dinamitar algunos lagos y embalses para desviar las aguas.