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REFLEXIONES
"Universidad decadente"
Por Carlos Christian S�nchez C.
Relacionista Internacional
Dentro de pocas horas se efectuar�n las elecciones para escoger un nuevo rector de la Universidad de Panam�. Es nuestro deber el cuestionar un hecho que se demostrar� en dichos comicios, cuya aplicaci�n atenta contra los derechos estudiantiles de los 54 mil alumnos de la magna casa de estudios superiores. La Ley 6 del 24 de mayo de 1991 impone la elecci�n de rector en base a la ponderaci�n exclusivista de los votos por parte de los docentes de la entidad acad�mica. Es as�: los profesores valen m�s que los simples estudiantes. �Qu� b�rbaro, NO? El 70 por ciento del valor total de los votos lo deciden los educadores, dejando en pol�mica el asunto de que si en Panam� vivimos en una plena democracia. D�jenme decirles que no creo en ninguna opci�n electoral de los docentes que se postulan a rector de la "U". He visto c�mo las pasadas administraciones de la universidad despreciaron las quejas de los estudiantes cuando se daban las persecuciones, los problemas entre asociaciones y grupos de docentes corruptos, no s�lo por diferir en sus ideas pol�ticas, sino por simples cuestiones personales. Muchas escuelas han perdido su anterior reconocimiento, debido a ese factor denigrante. Una de ellas es la Escuela de Relaciones Internacionales, donde por a�os trat� de enfrentar los obst�culos de los docentes, las arbitrariedades de los administrativos de la facultad donde est� dicha escuela, adem�s de las usuales controversias con ciertos profesores que se creen la divina pomada. La Universidad de Panam�, a pesar de las injusticias, sigue siendo un ejemplo de que puede surgir entre la inmundicia de algunos profesores que s�lo piensan en su lucro propio. Los profesionales graduados de esta entidad acad�mica son todav�a, los mejores intelectuales y pr�cticos en sus ramos: Medicina, Odontolog�a, Derecho y Ciencias Pol�ticas, Comercio, Comunicaci�n Social y Humanidades, tienen miles de personas que superaron las adversidades de los estudios, junto con los problemas log�sticos de los usuales cuatro a cinco a�os de carrera. �Qui�n en las universidades privadas puede aguantar tantos sufrimientos de los que se pasan en la "U"? Cuando el rector saliente, Gustavo Garc�a de Paredes, tomaba su cargo por segunda vez, �l advirti�, casi prof�ticamente, que la Universidad de Panam� corr�a el peligro de caer en el abismo del atraso frente a los avances de las instituciones educativas privadas. La diversificaci�n, la revisi�n constante de los conocimientos antes adquiridos, la adaptaci�n a los cambios tecnol�gicos, el intercambio de ideas o experiencias con las universidades extranjeras, adem�s de la promoci�n de los postgrados y doctorados, son temas que deben ser resueltos, no s�lo por el que triunfe en los comicios universitarios, sino por toda una comunidad de personas que conviven en esta entidad acad�mica de renombre. Les reitero que no todos los doctores son malos. Hay buenos profesores y doctores que saben transmitir las ideas correctas a los j�venes profesionales, futuras semillas para el progreso deseado de Panam�. Casualmente en la misma Escuela de Relaciones Internacionales, han salido grandes exponentes de la diplomacia paname�a y hoy, en este instante, est�n varios doctos que creen en el rescate de la pol�tica exterior, la valorizaci�n de los nuevos elementos y la custodia de la soberan�a nacional fuera de nuestras fronteras. En cuanto al sistema de elecci�n universitaria, lo mejor ser�a que las autoridades del Gran Jurado, si tienen el valor de hacerlo, propongan ma�ana la modificaci�n de la vil ley que permite una "violaci�n a las normas �ticas y democr�ticas de los derechos humanos", puesto que "nadie es m�s importante que otro, porque todos somos iguales ante la Ley y Dios". Se�ores, l�anse la Carta de las Naciones Unidas. Ojal� que el nuevo rector tambi�n se digne en cambiar esa norma. Ni en la antigua Grecia hubo tantas discriminaciones como las que hay en la nefasta Ley 6 de 1991 que permite esa lecci�n desigual por medio de pondeaciones clasistas.
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